miércoles, 23 de enero de 2008

Dos entrevistas

Para quienes cursan Discurso Periodístico II o Géneros Periodísticos II, les dejo estas entrevistas publicadas en la red, y antes en el diario Panorama (fatalmente editadas). La realizada a Rafael Arráiz Lucca debe ser leída en el contexto de la aparición de la biografía que sobre Arturo Uslar Pietri escribió en 2006. La otra surgió de haber conocido a dos escritoras españolas cálidas, inteligentes y muy diestras en el oficio poético: Josefa Parra y Beatriz Hernanz.


Rafael Arráiz Lucca escribirá ahora la biografía de Juan Liscano


“Disfruto mucho de la obra de los demás”

El escritor recorre el país presentando su libro sobre la vida de Arturo Uslar Pietri, publicado con motivo del centenario del nacimiento del autor de Las Lanzas coloradas. Próximamente aparecerá un nuevo poemario de quien irrumpiera en la literatura venezolana como integrante del Grupo Guaire


Danilo Esqueda


Rafael Arráiz Lucca (Caracas, 1959) se multiplica cada día. Literalmente. Es un intelectual incansable. Prolífico: “Porque a mi me gusta trabajar. Yo tengo… una gracia divina, podríamos llamarla… que lo que hago me gusta muchísimo. Para mi trabajar es un gran placer. Por eso produzco tanto”.
Poeta, ensayista, antologista, gerente cultural, editor, biógrafo, articulista de opinión, profesor universitario y desde noviembre de 2005 miembro de número de la Academia de la Lengua Venezolana. Allí ocupa el sillón V y sucede a José Luis Salcedo Bastardo. Es abogado (Ucab, 1983) y tiene una especialización en Comunicaciones Integradas por la Universidad Metropolitana. También es editor: fue presidente de Monte Avila y hoy está al frente de la Fundación de Cultura Urbana, que ya ha proporcionado varios títulos esenciales. Se le comenta sobre su trabajo de antólogo y la mirada se torna brillante: “Yo disfruto mucho de la obra de los demás. Me proporciona mucha felicidad el que grandes obras que estimo puedan divulgarse”. Sólo le falta escribir dramaturgia. “No sé, no me he sentado a hacerlo”, comenta.
Arráiz entra a la escena literaria venezolana en 1983 con el poemario Balizaje y de allí surge un trabajo indetenible, con una obra que supera la cuarentena de libros publicados y -vital- entregó recientemente una completa biografía de Arturo Uslar Pietri. Ya comenzó a trabajar en otra, de Juan Liscano, el nunca olvidado polémico intelectual de aguda escritura. “Desde hace mucho tiempo quería hacerla”, confiesa. Un nuevo poemario está también próximo a sumarse su obra y en el cual trabaja “muy lentamente”. Perteneció al Grupo Guaire (junto a Luis Pérez Oramas, Leonardo Padrón, Nelson Rivera, Armando Coll, Alberto Barrera y Javier Lasarte).

Uslar omnipresente

Acaba de salir un estudio de la vida de Arturo Uslar Pietri, de la biblioteca biográfica venezolana. De allí que Rafael Arráiz Lucca se encuentre presentando este trabajo en distintos lugares del país. Recuerda que este interés por el autor de Las Lanzas Coloradas se origina también en la celebración del centenario de su nacimiento (Caracas, 16 de mayo de 1906). “Ha habido homenajes académicos. He estado, por ejemplo, en la Universidad de Carabobo, en la Universidad Nacional Experimental del Yaracuy, Universidad de Los Andes... siempre estas fechas son propicias para realizar una examen de la obra”.

¿Cómo fue el proceso de investigación y escritura de la biografía?

—Se trata de la primera biografía completa de Uslar Pietri en sus facetas literarias y políticas. Comencé la investigación hace tres años. A finales de 2005 la concluí y de inmediato se la entregué a los editores. La idea era que saliera para el centenario.

Un personaje sin duda interesante, lo que debe haber implicado una ardua tarea...

— Sí. Es un personaje complejo. Primero por una vida muy larga: murió a los 94 años. Después, una vida pública con muchas facetas. El literato , el político, el hombre de los medios de comunicación social. Luego, el hombre de Estado. De modo que prácticamente una biografía de Uslar conduce a un análisis de todo el siglo XX venezolano. A partir de 1928, cuando aparece su primer libro de cuentos -Barrabás y otros relatos- y era apenas un muchacho de 22 años, desde ese momento y hasta el día de su muerte la presencia de Uslar es permanente.

Pese a que existen coincidencias en cuanto a la estatura intelectual de Uslar y su legado, recientemente se dejaron escuchar críticas según las cuales se habría opuesto a la creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo... ¿Fue así?


— Uslar no se opuso al creación de la Opep, sino que fue un crítico de la política petrolera que desarrolló Betancourt en su primer y segundo gobierno. Pero no puede considerarse, particularmente, un crítico de la Organización. Más bien vio con buenos ojos sus logros, como el aumento de los precios del petróleo, en defensa de los países productores.

— ¿Cuál es el verdadero significado de la repetida frase Sembrar el Petróleo? ¿Se ha cumplido, se ha sembrado?

— Sembrar el petróleo es un editorial que él escribe para el diario Ahora el 14 de julio de 1936. Por cierto, cumplieron de ello 70 años. Sembrar el petróleo se ha convertido en una de las consignas nacionales. Es el deber ser, lo que debía hacerse con el petróleo. Creo que todo los gobiernos de buena fe lo han intentado, pero no por los caminos correctos. Es decir, el camino equivocado es que el petróleo conduzca a un crecimiento exagerado del aparato del Estado en detrimento de las fuerzas productivas de los nacionales, de la gente , de la sociedad civil. Y eso es lo que ha venido ocurriendo en los años recientes.

El aspecto educativo ocupó buena parte de sus escritos. ¿Cuál fue la propuesta fundamental de Uslar en este campo? ¿Han sido tomadas en cuenta sus sugerencias?

— El tema de la educación para el trabajo fue un leit Motiv de su prédica. Uslar se inspiraba para ello en las proposiciones de Simón Rodríguez. Pensaba que el sentido de la educación estaba vinculado estrechamente con el desarrollo laboral de las personas. Eso no se está haciendo.

— El autor de Las Lanzas Coloradas también tuvo gran presencia política. ¿Cómo puede evaluarse hoy ese desempeño?

—Como político fue un hombre de Estado. Estuvo en su juventud durante nueve años ejerciendo distintas posiciones en los gobiernos de Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita. Allí mostró una gran diligencia para la gerencia pública. Después, durante tres períodos fue senador en el congreso democrático venezolano. Entre 1958 y 1973. En el Parlamento tuvo un papel importante, promoviendo distintas leyes de primer orden. Entre otras, aquellas que contribuían con el desarrollo de la cultura. El fue fundamental, junto con Miguel Otero Silva, en la promulgación de la ley que creaba el Inciba. Luego intentó regresar al Poder Ejecutivo, siendo candidato presidencial. Fue en el año 1963, cuando consiguió un caudal importante de votos pero no logró la presidencia. No tenía fuerza política en el interior debido a que no contaba un partido político organizado. De modo que fue por su personalidad que logró muchos sufragios. De hecho ganó las elecciones en Caracas , pero no fue lo mismo en el resto del país.

Finalmente, el Uslar escritor. ¿Qué le dio a la literatura? ¿Cuál es su legado?

— Los aportes de Uslar en cuanto al relato son de dimensiones continentales. Son importantes para la lengua castellana. Realmente renovaron el universo del relato en Hispanoamérica. Después, sus aportes en el terreno de la novela histórica -muy propia de los escritores hispanomericanos- son sustanciales. De hecho, el jurado que le entrega el premio Príncipe de Asturias sustenta su argumentación en lo aportes que da en ese terreno, particularmente por Las lanzas coloradas, La Visita en el tiempo y El camino de El Dorado. Incluso, también estuvo cerca de obtener el Premio Cervantes, pero se dieron circunstancias que lo impidieron. Y fue considerado para el Nobel, pero no lo obtuvo.

En conjunto, observándolo integralmente, ¿qué representa Arturo Uslar Pietri para el país?

- Uslar será para la historia de Venezuela uno de sus grandes personajes civiles y uno de los personajes centrales del siglo XX venezolano, sin la menor duda.

Joven académico

Rafael Arráiz Lucca tiene siete meses como miembro de número de la Academia de la Lengua Venezolana. El y Francisco Javier Pérez –que ingresó en la misma fecha, noviembre de 2005- son los más jóvenes integrantes de la centenaria institución.

¿Es la Academia un elefante blanco o será que sabemos muy poco de lo que allí se hace?

— Desde mi ingreso me he encontrado con una institución que posee una larga tradición. Es la más antigua de todas las academias. Fue fundada por Antonio Guzmán Blanco en 1883. Esa larga tradición se siente en la institución. Hay rituales, formas, fórmulas. Las discusiones está orientadas por el respeto a las opiniones de los demás. La reuniones semanales son muchas veces sumamente interesantes. Se debate sobre diversos tópicos: filológicos, lingüisticos o literarios. Es una institución a la que bien vale la pena pertenecer. Está haciendo un trabajo silencioso, que tal vez los venezolanos no conozcan, es verdad, pero hay allí un estudio de la comprensión de la lengua y la literatura, un trabajo muy valioso, encomiable... no es para nada un elefante blanco.

¿Y en que ha venido trabajando desde su incorporación como miembro de número?

La Academia está organizada por comisiones. Yo integro dos: Publicaciones y Literatura. La Academia publica un Boletín y estamos buscando que tenga una frecuencia mayor. También vamos a retomar la colección de Clásicos Venezolanos. Intentaremos retomar el ritmo de las publicaciones. Falta por publicar Vicente Gerbasi. Es clave. Falta Uslar Pietri... Rómulo Gallegos...Julio Garmendia, también.

Qué opinión le merece el que sea usted unos de los más jóvenes integrantes de la Academia?

— La verdad es que viene dándose una suerte de renovación allí , que estamos seguros va a continuar. Para mí es un gran honor haber entrado joven a esa institución.

¿Por qué Rafael Arráiz Lucca académico de la lengua?

En mi caso lo que se puede haber considerado es mi obra, mi trabajo literario. Sospecho que en particular mi trabajo de estudios de historia de la poesía venezolana. Eso ha debido pesar. Mi libro El coro de la voces solitarias es la primera historia de la poesía venezolana completa que se escribe, desde Andrés Bello hasta nuestros días. Yo creo que ese aporte de por sí es considerable.



Bibliografía mínima


Poemarios: Balizaje (1983), Terrenos (1985), Almacén (1988),Litoral (1991), Pesadumbre en Bridgetown (1992), El abandono y la vigilia (1992), Batallas (1995), Poemas ingleses (1997), Reverón, 25 poemas (1997), Plexo solar (2002). Ensayos: Venezuela en cuatro asaltos (1993), Trece lecturas venezolanas (1997), Vuelta (s) a la patria (1997), El recuerdo de Venecia y otros ensayos (1999), El coro de la voces solitarias , una historia de la poesía venezolana (2002), Qué es la globalización (2002). Antologías: Antología de la poesía Venezolana, El libro del amor (1997), Veinte poetas venezolanos del siglo XX (1998), Textos fundamentales de Venezuela (1999), Diez Poetas venezolanos del siglo XIX (2001), España en la escritura venezolana (2003). Entrevistas y biografías: Grabados (1989 ), Conversaciones bajo techo (1994), Arturo Uslar Pietri: ajuste de cuentas (2001), Venezuela en terapia intensiva- conversaciones con medio país y la biografía de Arturo Uslar Pietri (2006)


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Josefa Parra, poetisa española de visita en el país

Los escritores venezolanos no logran cruzar “el charco”

Coincide con su colega Beatriz Hernanz, quien la acompaña en la gira, en que falta difusión y un decidido apoyo de las editoriales. Aseguran que hay talento de sobra, especialmente en poesía. Ofrecieron conferencias y recitales en Caracas y Maracay sobre la lírica femenina en España

Danilo Esqueda


Entre las poetisas españolas Josefa Parra y Beatriz Hernanz median muchos kilómetros de distancia. Una es andaluza, la otra gallega. Y, cosas de la vida, una conocía el trabajo de la otra y viceversa, pero nunca se habían visto. La visita que hacen a Venezuela les permitió encontrarse frente a frente y contrastar su visión de la lírica española e igualmente conocer más sobre nuestra poesía. Están en el país invitadas por el Circulo de Escritores de Venezuela y la Embajada de España –la visita culmina el domingo - para ofrecer conferencias y recitales, actividades que han alternado con encuentros con autores venezolanos como Rafael Cadenas, Yolanda Pantin, Edda Armas, Rafael Arráiz Lucca, entre otros.

Como en las lecturas de poesías, Josefa Parra abrió fuegos. Nació en Jerez de la Frontera, Cádiz, el 7 de febrero de 1965. Es licenciada en Filología Hispánica, doctorada en Literatura Española y Teoría de la Literatura. Obtuvo el premio Internacional de Poesía La Porte des Poétes (1999, por la plaquette África), el Loewe a la Creación Joven (1995) y el de poesía breve Domecq (1989) así como el accésit del Luis Cernuda (2000). Entres sus obras más representativas están: Elogio de la mala yerba (1995), Geografía carnal (1997), Tratado de cicatrices (2000) y Alcoba del agua (2002).

—¿Conoce la poesía venezolana?

— Sí, tenía información. Ultimamente se han publicado varias antologías de poesía venezolana en España. Sobre todo una de Rafael Arráiz Lucca, de la editorial Visor. Antes de esta antología conocía a Eugenio Montejo y Rafael Cadenas. Pero descubrí poetisas como Hanni Ossot, que me ha fascinado y a Yolanda Pantin, que la conocía poco.

¿Cuál es la situación actual de la poesía hecha por mujeres en España?

— El panorama de la lírica española actual en este ámbito es muy variopinto. Las mujeres en España si se caracterizan porque no se pueden catalogar en ninguna de las etiquetas... van por la libre.

¿Qué tópicos son los más comunes?

— Hay multitud de temas. Hablan de ellas mismas, de la sociedad, de los temas eternos de la poesía, pero vinculándolos al problema femenino, mas no son feministas. Ya el feminismo comienza a estar demodé en España. La mujer tiene ese cariz de independencia que a lo mejor el hombre no tiene, de no querer constreñirse a ninguna tendencia, la mujer es un poco más libre.

¿Algunos nombres?

— Están activas las mujeres de la generación del 50. Tienen ahora 70, 80 años. Por ejemplo Pilar Paz Pasamar , Julia Uceda, Maria Victoria Atencio. Ellas están influenciando mucho con su ejemplo a las más jóvenes de los 70, 80, 90.

No es conocido el trabajo de autores venezolanos en España. A su juicio, ¿qué ocurre?

— El problema de la falta de difusión de los escritores venezolanos es que las ediciones se quedan aquí. No cruzan el charco. Y lo poco que conocemos es a través de antologías, muy parcelado.

Pero no es por falta de creadores...

— No. Estoy viendo gente muy interesante. Observo una poesía muy rompedora, sumamente interesante. Creo que no hay una colaboración entre las editoriales. Allí está la labor de Visor, por ejemplo, que sí está llegando aquí y está publicando allá. Las editoriales deberían colaborar, interesarse más por los títulos y llevarlos.

¿Y en otras partes de Latinoamérica?

— Hay un tímido despertar ahora. Por ejemplo, el premio peruano La hora azul. La literatura cubana si se conoce más, sobre todo la obra de mujeres.

¿Por qué Cuba y no Venezuela?

— Será que esa literatura suena bien, es vendible. La literatura venezolana quizá menos. Es, creo, un problema de marketing, no de talento. Aquí hay muy buenos creadores, gente con una trayectoria interesante.

¿Ha viajado a otros países de América?

— No, es la primera que vengo . Y comienzo por Venezuela. Un buen inicio, porque siempre me había llamado la atención. Era como un nombre mágico, que me sonaba muy bien. Igual Caracas, Maracaibo... me suena tan romántico. Ahora iré a México, a la Feria de Guadalajara, que está dedicada a Andalucía, y yo soy andaluza. Es posible que vaya invitada junto a otros poetas andaluces. Tengo ganas de ir también a Colombia y Argentina.

— ¿El futuro de la poesía está en la mujer?

— (Risas) Se está viendo esa tendencia, Estamos vendiendo bien. Y las antologías de mujeres tienen mucho éxito en España. Aunque creo que el futuro está en la poesía en general, en este mundo tecnológico

¿Proyectos?

— La publicación de la plaquette África. Ahora mismo un poemario llamado La hora Azul concursa en Unicaja. De ganar, la publicaría Visor.

Cómo ayudará a que la poesía venezolana sea más conocida en España?

Llevo la maleta llena de libros. Si me pararan en la aduana pensarían que soy una traficante de literatura. Y bueno, me gustaría que hiciéramos un encuentro de poesía hispanoamericana en España.

Mirando América

Beatriz Hernanz es originaria de Pontevedra, donde nació en 1963. Es doctora en filología Hispánica, por la Universidad Complutense de Madrid. En su trabajo literario figuran ensayos sobre teatro. Ha obtenido el premio Barcarola de poesía (1996) y accésit al premio Adonais (1996). Su obra lírica abarca La lealtad del espejo (1993) La vigilia del tiempo (1996), La epopeya del laberinto (2001) y La Piel de las palabras (2005). Colabora en el Cultural del diario El Mundo.

¿Coincide con Josefa Parra en el carácter singular de la poesía española escrita por mujeres?

— Si. Y en que la ventaja frente a la poesía escrita por los hombres es que utilizamos más la libertad. La mujer ha tenido trabas para introducirse en la vida cultural, sobre todo en la poesía. En la narrativa siempre ha habido más actividad y más visibilidad de las mujeres. Entre los hombres se funciona como grupo o como lobby. Las mujeres individualmente, pero existe ese hilo invisible que hace que siempre exista más humanismo a la hora de relacionarnos.

Y de la poesía venezolana, ¿qué puede decir?

— Conozco trabajos de Rafael Cadenas, Yolanda Pantin y de muchos otros, a través de antologías. Tienen una enorme vitalidad, poseen una gran variedad de riquezas y voces que me sorprenden, que me dan mucha alegría, porque creo en España está agotado y hace falta esa energía, esa carga llena de vitalismo. Estos viajes americanos me renuevan la energía humana por sus paisajes, su gente. Estoy mirando América desde hace bastantes años y creo que es donde está la renovación literaria. Aquí es donde está el futuro, porque la poesía que observo en España está tristemente vieja

¿Cómo potenciar el intercambio España –Venezuela en este ámbito?

— Tendiendo puentes. Es importante el contacto de la personas, de las editoriales, del Estado para promover y hacer intercambios entre España y Venezuela. Con esfuerzo por parte de todos se puede hacer posible esa comunicación.

¿La verdad está en las palabras?

La verdad, todavía, puede estar en las palabras. Tenemos que rehumanizarlas. Eso es lo que he querido plasmar en mi último libro, la piel de la palabras, lo que nos recubre lo que nos abriga.

¿En que trabaja actualmente?

En un libro de poemas que es americano, inspirado en mis viajes. Empezó con el ámbito caribeño. Luego Centromérica. El tema de los volcanes, de la selva y del Mar Caribe me tiene cada vez más obsesionada. En el caso del Caribe desde que vine a Puerto Rico, a los 23 años. Ahora he ido recorriendo la costa mexicana, la venezolana y me pareció un paraíso. Fui a Los Roques y me quedé enamorada de ese lugar.

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