lunes, 28 de enero de 2008

Un medio libre

RADIOS LIBRES, COMUNICACIÓN ALTERNATIVA Y NUEVO MOVIMIENTO
ESTEBAN IBARRA (*)

En unos momentos en que los medios de comunicación del sistema, públicos o privados alcanzan unos niveles de desarrollo, automatización y concentración que les permite, mediante el dominio, control de la información y manipulación de la misma, constituirse en sólida garantía de dicho sistema, así como en eficaz mecanismo beligerante frente a cualquier tipo de iniciativa que apunte, de alguna forma, en la perspectiva de una transformación social radical... en unos momentos en que los intentos serios y con logros sin parangón en la historia del mundo de un control absoluto de la individualidad humana y que tienen en los mass-media sus instrumentos más eficaces... excluida ya la posibilidad de conquistar dichos medios de comunicación, incluso simplemente de una participación real activa y directa por parte de la gente, en estos momentos, opinamos, no nos queda otra solución a todos aquellos/as que no renunciamos a transformar nuestra vida cotidiana individual o colectiva, que transformar profunda y radicalmente la cruda realidad social sufrida, que levantar canales de comunicación alternativa desde donde podamos decir, escribir, gritar, golpear, atraer, fascinar, argumentar, provocar, romper esquemas, innovar, criticar, denunciar,... y en definitiva transformar.
La necesidad imperiosa de información y comunicación interna del movimiento amplio y variado que responde a las manifestaciones opresivas del sistema (ecologistas, trabajadores, feministas, autónomos, gays, antimilitaristas...), la necesidad de relación constante y precisa entre sus miembros, en definitiva auto-facilitar el suministro de informaciones, reflexiones, plataformas teóricas, etc, de una parte, así como la necesidad de desarrollar una labor netamente contrainformativa, de noticias que el sistema oculta a la opinión pública o que manipula y transforma para sus propios fines, o bien que juzga y critica de manera falsa, moralista e hipócrita; esta necesidad imperiosa, insistimos, es lo que nos lleva a levantar nuestros propios medios de comunicación, enfrentados radicalmente con el sistema y diferenciados de los clásicos medios de adoctrinamiento de la izquierda clásica e instituida.
Es así que, enfrentados a la desinformación y a la manipulación, componente fundamental del sistema represivo, nuestro objetivo es dar la palabra a la gente que tiene a priori limitado, o peor, impedido, un acceso a los medios de comunicación oficial. Frente al que no se diga, ni se escriba, ni se pinte, ni se filme nada que perjudique sus intereses ni su buena imagen, nosotros nos situamos precisamente ahí, en el decir, escribir, pintar, escenificar, filmar... todo aquello que perjudique esos intereses, esa buena imagen, todo aquello que haga posible la desestructuración de lo demencialmente instalado y la recuperación de nuestra capacidad de soberanía criminalmente expropiada.
Las radios libres por tanto se sitúan frente a una situación caracterizada por la desinformación, intoxicación de la opinión pública, manipulación de noticias y realidades. frente a una situación en que la centralización y automatización de los medios "informativos" son descomunales y permiten un control desconocido hasta ahora en la historia, y ante la necesidad de potenciar la comunicación de todo esta área que todavía lucha y se resiste al sometimiento y la integración, intentando levantar canales de comunicación alternativa.
Es obvio que esta dinámica está inscrita dentro de una estrategia de reapropiación del poder, de la soberanía de la persona absolutamente enajenada con el desarrollo y discurrir del sistema. Recuperar esa capacidad de poder decir, cuestionar, impugnar... comunicándonos, recuperar esa capacidad alienada y en la que está una de las principales bases que sostienen la actual miseria, es un objetivo central no exento de problemas de orden político -como supone librar esta batalla en una correlación de fuerzas claramente desfavorable, pero en una situación donde las fisuras permiten que el intento no sea vano- , o bien problemas de coherencia -como es la búsqueda de lograr que el hecho comunicacional exista, superando concepciones que descansan en la exclusivad del profesionalismo y buscando que cualquier receptor pueda participar directamente en la comunicación, junto a exigencias de calidad que permita una incidencia social real- . Esto implica desde problemas represivos, por la confrontación con el poder, hasta el bloqueo corporativo e interesado de los profesionales de la mediación (dirigentes de partidos y sindicatos, responsables de los mass-media...) e incluso hasta la incomprensión, en muchas ocasiones, de colegas de viaje que, permaneciendo anclados en los antiguos clichés y estilos de trabajo, están condenados a guettos de incidencia perfectamente asumidos e integrados por el sistema.
Pero si los problemas existen no es menos cierto que los estímulos también: el ser conscientes de que para romper barreras de incomunicación, de oídos sordos, de ciegos que no quieren ver, de mudos que quieren seguir en su atrofia, no nos queda más camino que recuperar nuestra capacidad de relación y comunicación alternativa, llevándonos a poner en pié la praxis de la radiodifusión libre frente a una situación caracterizada por el aplastamiento del individuo y las colectividades sociales, lograda entre otras cosas por esos mass-media de la "objetividad informativa" del "talante democrático", "independientes, imparciales ideológicamente e incondicionales de la verdad"..., esos mass-media que en realidad lo que practican es la desinformación, la intoxicación de la opinión pública, la manipulación de noticias y realidades y el control social.
Una de las necesidades que actualmente se plantea el movimiento de las radios libres es la profundizar en su definición política para evitar concepciones burguesas que fundamenten su apoyatura simplemente en la libertad de emisión. Y que nadie se lleve a engaño, libertad de emisión / de expresión: sí, pero las radios libres la quieren para contribuir a transformar la miseria social en una clara perspectiva radical y liberadora. No hay lugar a equívocos; radios piratas o privadas, radios de partido, sindicato, o radios municipales, son otra historia.
Las radios libres buscan un nuevo tipo de comunicación fundamentado en la recuperación de la autonomía de la gente, y por tanto son autónomas tipo o grupo de presión.
Los cambios en las formas (rompiendo el esquema comunicativo clásico y potenciando la unificación de los conceptos emisor/receptor), de contenido (cuestionando la enajenación cotidiana, política y social), de procedimientos de funcionamiento y organización (autogestión), su carácter no profesional, su planteamiento de rechazo a la publicidad comercial coherente con su posicionamiento e independencia frente al sistema, son características que ni las piratas, ya sea el grupo privado que no cumple los requisitos para convertirse en una radio privada "debidamente constituida" o el grupete que juega con la radio (que para eso son y están los radioaficionados), ni las radios municipales, que lógicamente dependen de la fuerza política que domine el consistorio, ni las radios de partido o sindicato, de mensaje unidireccional, al servicio de los comités ejecutivos impenetrables a la crítica e instrumento, como ellos lo son, de control social; ninguna de estas historias tiene nada que ver con las radios libres.
No obstante la problemática es amplia y variada, existe para todos los gustos. Así, por ejemplo, la confrontación con la administración, con el Estado, pone sobre la mesa una reflexión: una vez conquistado el derecho a nuestra existencia y ante una posible regulación, que pudiera pasar por la propuesta de la administración de concesión de punto y medio o dos en el dial, control de cobertura-potencia, etc, estaría en juego la actitud de las radios libres en cuanto a ser capaces de mantener la exigencia de registro de frecuencias sobre la base de la realidad en ese momento, planteándonos el conflicto a mayor escala. Un conflicto que contemple y descubra el monopolio radioeléctrico, el monopolio del Estado y sus más de 600 emisoras privadas concedidas a menos de una docena de oligopolistas. Es decir, y en otras palabras: oponernos a gestionar la miseria y querer MÁS, todo lo que las necesidades sociales nos vayan demandando, no rechazando el entonar ¡que se vayan¡ de la misma banda de FM. Para eso es preciso que el movimiento de las radios libres se desarrolle, consolide y madure, pues, lejos de pensar en la simplicidad, la confrontación va a ser larga y dura, y en donde una necesaria estrategia de asalto a la banda, ocupación y krakeo del espacio radioeléctrico, va a exigir prácticas como el "radiotaje", prácticas de acción directa, combinadas con las experiencias de confrontación acumuladas por los movimientos sociales.
No menos importancia tiene la problemática interna en materia de organización del movimiento de las radios libres; el garantizar la democracia directa tiene que ser perfectamente compatible con la agilidad, eficacia y operatividad de un medio como es la radio.
Pero si algo llama la atención es el cambio que puede operar el movimiento de las radios libres en las teorías políticas tradicionales que sustentan las estrategias de liberación en sus ya instrumentos clásicos: partidos y sindicatos.
Los movimientos asamblearios, autónomos de variada y multilateral contestación social reciben así un soporte fundamental que sirve para ayudar a preservar la autonomía y machaca uno de los "poderes" en que se sustentaban los "aparatos" políticos, el de la INFORMACIÓN y la DESCOMUNICACIÓN del propio movimiento. Una asamblea de trabajadores puede ser transmitida en directo y recogida por otra, una conferencia ecologista, feminista, de estudiantes... la convocatoria de actos, manis, la recuperación de la iniciativa en la lucha urbana... ¿dónde está la necesidad del partido dirigente?.
Las radios libres son por tanto un instrumento eficaz para evitar el mantenimiento de prácticas de confrontación social aisladas, sectorializadas, reproductoras de los errores de siempre, instrumentos aptos para superar sindicalismos de nuevo cuño y para dotar a sus partícipes, la gente, de una dimensión global de su existencia así como para garantizar la suficiente autonomía que posibilite el desarrollo y consolidación de un nuevo movimiento de difícil cristalización.
Las radios libres son el presente de nuevo movimiento futuro.
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*ESTEBAN IBARRA fue cofundador de la revista "Germinal", en cuyo Nº3 publicó este artículo; director y coordinador de la emisora "Onda Verde Vallekana" (actualmente Red de Radios Comunitarias "Onda Verde"); miembro fundador y portavoz de la Oficina de Coordinación de Radios Libres; miembro constituyente y Secretario Federal de la Federación Europea de Radios Libres; vicepresidente del primer Comité Ejecutivo Internacional de la AMARC (Asociación Mundial de Artesanos de las Radios Comunitarias) creado en Managüa en 1988 (AMARC 3) con los auspicios del Gobierno Sandinista.
En la actualidad es el presidente del Movimiento Contra la Intolerancia desde donde realiza labores de Asesor Extraparlamentario en diversas materias, tertuliano habitual en la radio y televisión pública y privada, miembro destacado de la ASU (Agrupación Socialista Universitaria, feudo en el PSOE madrileño del "otanista" Fernando Morán) y en 1998 Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid junto a Isidoro Álvarez presidente de "El Corte Inglés".
Fuente: Radio Topo, 102, 5 FM (Zaragoza) / www.sindominio.net/radiotopo/topoprimera

De la omnipotencia a la inocuidad

He aquí un apretado resumen sobre las teorías que se han dedicado al asunto de los efectos, línea de investigación en la cual entra el funcionalismo. Presten especial atención a las popuestas de Lazarsfeld y Mc Quail.

Teorías de los efectos en las audiencias
Mass Communication Research

Como señala Rodrigo Alsina (1989), la historia de la Mass Communication Research está dominada por la consigna positivista Saber para prever, prever para poder; de esta forma, desde el comienzo, el área de estudio privilegiada ha sido la teoría de los efectos sobre las audiencias, esto es, conocer cuáles eran las reacciones del público frente a las propuestas mediáticas con el objeto de obtener las claves para conducir el comportamiento de las masas.
Pero la historia de la investigación de la comunicación, pone en evidencia, que tanto desde una perspectiva teórica como empíricas, las predicciones desarrolladas no siempre fueron acertadas, en efecto, los diferentes modelos que fueron desarrollándose con el objeto de explicar el comportamiento de las audiencias, han oscilado entre la omnipotencia hasta la irrelevancia de la capacidad de los medios para influir en el público hacia el cual dirigen sus mensajes.
Las primeras corrientes de la escuela norteamericana, estuvieron notablemente influídas por el conductismmo, escuela psicológica que considera la conducta humana como una respuesta frente a estímulos externos. Está influencia será evidente particularmente en la teoría hipodérmica cuya concepción de la audiencia se contradice claramente con la concepto mecanicista de la conducta que subyace a la escuela conductista.
La Mass Communication Research, surge en los EEUU impulsada por universidades a pedido de instituciones públicas o privadas tales como empresarios mediáticos, organismos de defensa gubernamentales y partidos políticos. Efectivamente, muchos de estas investigaciones buscaban el desarrollo de instrumentos que permitieran actuar sobre la población de manera eficaz, esto es, afectar la conducta de los individuos, en este sentido, esta línea de investigación se diferenciará de la Escuela de Frankfurt, que habría de abordar el fenómeno mediático desde la problemática que implicaría para la sociedad en su conjunto (y no en función de comportamientos individuales).

Teorías de la omnipotencia de los medios
La guerra de los mundos . En la noche del 30 de octubre de 1938, millares de estadounidenses fueron aterrorizados por una emisión de radio de la CBS que describía la invasión de los marcianos. Su artífice era Orson Welles, que escenificaba La guerra de los mundos, la novela fantástica de H.G. Wells. El sociólogo Hadley Cantril, a quien se debe un análisis sobre el impacto de este rpograma resume así el estado de shock de los oyentes:
"mucho antes de terminar el programa, en todo EEUU, había personas rezando, llorando y huyendo frenéticamente para no encontrar la muerte a mano de los marcianos. Algunos corrieron en busca de seres queridos. Otros telefonearon para despedirse o alertar a los amigos, corrieron a informar a sus vecinos, buscaron información en las redacciones de los periódicos y las emisoras de radio, o avisaron a las ambulancias y coches de patrulla de policía. Por lo menos seis millones de personas oyeron la emisión y como mínimo un millón de ellas se asustaron o se inquietaron".
El acontecimiento creado por Welles permitía por primera vez hacer un test de tamaño natural sobre las condiciones de sugestibilidad, del recíproco contagio sobre el pánico (Psicosis colectiva).
(...)
En el plano de las representaciones sociales, estas escenas de emoción inauditas, que se traducían en actos irreflexivos e incitaciones gregarias, no fueron las últimas en fundamentar la teoría de la omnipotencia de la nueva técnica de comunicación a través de las ondas"
Fuente: Mattelart (1996) La comunicación-mundo, México, Siglo XXI

La teoría de la bala mágica
El primer conjunto de creencia sobre la naturaleza y el poder de las comunicaciones de masas no fue formulado de hecho en su momento por ningún estudioso de las comunicaciones. Pero en visión retrospectiva se conoce como la "teoría de la bala mágica". Posteriormente ha recibido otros nombres más pintorescos como "teoría hipodérmica" o "teoría de la reacción en cadena". La idea básica que subyace tras esos nombres es que los mensajes de los medios son recibidos de manera uniforme por todo el público y que las reacciones inmediatas y directas son disparadas por estos estímulos. DeFleur, Melvin Ball-Rockeach (1986)
Hacia finales del siglo XIX, la concepción orgánica de la sociedad prevista por Comte y Spencer hasta el análisis de Durkheim respecto a la división del trabajo, se fue configurando una nueva imagen de la sociedad, que desdibuja sus rasgos tradicionales para convertirse en una sociedad de masas. Las masas, se convierten así, en un objeto de estudio y de hecho, durante los años 20, el temor a la manipulación mediática aparece como una característica que describe la poderosa capacidad de influencia que tuvieron los primeros medios de comunicación.
En coherencia con esta percepción, la audiencia era concebida notablemente indefensa ante los medios, puesto que:
1. Los individuos se hallaban aislados psicológicamente
2. La impersonalidad predominaba en las interacciones sociales.
3. Los individuos no se veían afectados por los vínculos sociales
Diferentes factores confluyen posibilitando la consolidación de la psicología como ciencia hacia principios del siglo pasado, las demandas del ejército, de la industria y más tarde de los partidos políticos, favorecerían además, a aplicación práctica a diferentes técnicas de comunicación persuasiva.
Durante la Primera Guerra Mundial, los psicólogos del ejército norteamericano desarrollaron una serie de pruebas con el objeto de medir la inteligencia haciéndose por primera vez, mediciones de tests a gran escala. Comprendiéndose así en el ejército la utilidad de la psicología para la clasificación de los individuos. De esta forma, los psicólogos pasan a formar parte de los equipos de instrucción militares.
Al mismo tiempo, la industria comienza a percibir que posee intereses similares a los militares en el sentido que también requiere seleccionar recursos humanos eficientes para cubrir determinados puestos de trabajo, de esta forma comienza a consolidarse también la psicología industrial. Pero fundamentalmente es la aparición de los medios de comunicación masiva, se advierte el enorme potencial de aplicar conceptos de psicología a las técnicas persuasivas de la publicidad.
Finalmente, el terreno de la política, interesado cada vez más en el devenir de la opinión pública demandará también los aportes de la psicología como ciencia socialmente útil para el poder.
De estar forma, las primeras teorías se enfocaban desde una perspectiva conductista: la conducta se halla regida por mecanismos biológicos de origen genético que intervenían de forma predecible a partir de un determinado estímulo. Por otra parte, al considerar la sociedad de masas un conjunto homogéneo, asilado y pasivo, resulta consistente sostener la hipótesis de vulnerabilidad ante la manipulación mediática. Este argumento se consolida en la idea de la omnipotencia de los medios que generaba la idea básica respecto a que los mensajes podían incidir sobre el individuo de manera directa y uniforme, provocando una reacción similar en cada uno de ellos. La propaganda nazifasicista, por otra parte, parecía ser una experiencia en tiempo real que convalidaba tan ambiciosa hipótesis: las masas, parecían rendirse ante el poder ilimitado de los mensajes mediáticos por irracionales que estos fueran.
Para este cuerpo de teorías, el emisor es la preocupación central puesto que el objetivo era determinar las estrategias que este utilizaría para consumar la manipulación de la audiencia. Y no es un dato menor, observar que el análisis de acuerdo a este marco teórico, ignora el contexto social en el cual se daba en fenómeno mediático, aislando el vínculo entre emisor y receptor del entorno sociocultural en el que se contextualizaban.

Teorías de los efectos limitados
El conductismo deja de ser considerado, alrededor de los años '40, un marco teórico válido para abordar la problemática de la influencia mediática, los estudios de la psicología experimental, así como aportes provenientes del campo de la sociología, fueron modificandoel enfoque de estos estudios.
Por otra parte, se transforma sustancialmente, el concepto de audiencia, en el sentido que se cuestionan las características que parecían describirla de acuerdo al paradigma de la "bala mágica", cada una de estas características, dará lugar a un nuevo modelo explcativo de los efectos de los medios en el público:

Teoría de las diferencias individuales
Los estudios sobre el aprendizaje de la conducta, generaron una nueva perspectiva: las diferencias dadas por la individualidad. La audiencia deja de ser una masa homogénea puesto que cada miembro tiene características que lo hacen diferente a otro, por lo tanto, su conducta podrá ser diferente, dependiendo de su personalidad.
Durante la Segunda Guerra Mundialk, Carl Hovland, psicólogo norteamericano, realizó una investigación con el objeto de encontrar el modo más adecuado de persuadir a los soldados respecto a que la guerra podía prolongarse en el frente del Pacífico aún cuando Alemania ya estaba a punto de ser derrotada. Bajo tal propósito, se elaboraron dos programas radiales, el primero advertía que la guerra iba a prolongarse aún superando los cálculos más optimistas y el segundo, reconociendo la superioridad norteamericana frente a Japón, sostenía que la guerra sería, sin embargo, larga y dura.
Como resultado de la experiencia, se observó que los soldados que tenían un nivel de instrucción más alto fueron más fácilmente persuadidos por el segundo mensaje puesto que presentaba una argumentación más detallada e incluía las dos posiciones respecto al tópico en cuestión. Pero el mismo mensaje, ocasionaba un efecto negativo en los soldados cuyo nivel de instrucción era inferior.
De acuerdo este tipo de investigaciones, se formuló el principio de la atención selectiva. De acuerdo a este postulado, los individuos tenderían a exponerse a los mensajes de los medios en función de sus intereses personales y predisposiciones. Se descarta así la teoría del supuesto impacto directo de los mensajes mediaticos, puesto que los individuos parecieran recordar con mayor precisión solo aquellos mensajes cuyo contenido les resulta favorable.
De acuerdo a este esquema, podrían categorizarse cuatro factores que los receptores involucran en el momento de la comunicación:
El interés: la motivación que el destinatario posee en relación al tema del mensaje.
La exposición selectiva: el interés de la audiencia se concentra en los mensajes que más se adaptan a sus propias actitudes y valores, evitando lo internamente conflictivo.
En esta línea, Festingen aportó en 1957 un desarrollo teórico que llamó disonanacia cognitiva de acuerdo al cual, el individuo tendría cierto grado de coherencia interna que se ve alterado por la interrupción del mensaje mediático creando una disonancia cognitiva. Lo que el individuo prefiere es pues, conservar dicho equilibrio para la cual rechazará la información que lo "contradice" o elegirá interpretarla de acuerdo al sentido que se integra mejor a sus convicciones personales.
Percepción selectiva: la interpretación se produce en función de la predisposición, valores y actitudes del receptor.
Memoria selectiva: el destinatario suele recordar mejor aquello que favorece sus propias opiniones.
De esta forma, el poder de los medios es relativizado el poder de los medios, aunque se confiaba en la posibilidad de manipular los efectos si se conocían adecuadamente las características psicológicas de la audiencia y se elaboraban mensajes a la medida un efecto en particular para un público determinado.

Teoría de las categorías sociales y de los 'dos pasos'
Una nueva perspectiva surge como consecuencia de las experiencias realizadas en el terreno de la comunicación. Las diferenciación de actitudes dentro de los miembros de la audiencia puede ser clasificada en conforme a grupos sociales de características compartidas que manifestarán una conducta similar ante los mensajes mediáticos.
Este postulado, descubre el concepto de target group, tan útil a las técnicas modernas de publicidad y comunicación mediática en general. El público posee características no sólo personales sino también sociales, y parte de su conducta se ve influida por dicha dimensión.
En efecto, Paul Lazarsfeld observará que los efectos de los mensajes están fuertemente condicionados por el contexto social al que el individuo pertenece, lo que significa que el modo en que se produce la valoración de un mensaje se haya incidida por la influencia que otros significativos ejercen sobre el individuo.
Una investigación realizada en 1940 en el estado de Ohio, durante una campaña electoral en la que Franklin Roosvelt resultó electo, Lazarsfeld detectó que la decisión de voto dependía prioritariamente del grupo social de pertenencia del ciudadano, relativizando la influencia que sobre éste ejercieran los mensajes mediáticos de la radio y la prensa. La exposición a la propaganda no modificaba la tendencia: mientras que los que pertenecían a sectores rurales, o niveles socioeconómicos medio-alto o, de religión protestante, optaban por el partido republicano. El partido demócrata se nutría, por el contrario de los ciudadanos católicos y obreros urbanos.
La masa, ya no será percibida como un conjunto de seres aislados sino efectivamente relacionados con otros, en un vínculo social que, consecuentemente, influye en la conducta.
De la mano de estos hallazgos, se construye el marco teórico en el cual se describe la influencia de lo líderes de opinión en la interpretación de los mensajes mediáticos. El lider de opinión conformaría un "segundo paso" entre el mensaje y la audiencia, ejerciendo una influencia significativa.

Corriente de los 'usos y gratificaciones'
Esta corriente, surge a partir del cuestionamiento de la pasividad de la audiencia. Denis McQuail (1983) apunta que esta pregunta aparecerá en diferentes contextos y que podrá en juego diversos concetpos de actividad, aunque en términos generales se refiere a determinar el grado en qu la audiencia selecciona los contenidos mediáticos, la intensidad en la exposición, así como la motivación que predomina al utilizar un medio de comunicación en particular.
El estudio de las audiencias dentro de la tradición denominada "usos y gratificaciones" se opone a la idea de pasividad de la audiencia y se basa en una serie de supuestos, dentro de los cuales cada individuo de la audiencia realiza una selección conciente motivada por circunstancias personales. Hay diferentes versiones de esta perspectiva, algunas más culturalistas en las que prevalece un enfoque descriptivo, y otras más funcionalistas.
Este esquema, adaptado del que toma McQuail (1972) con el objeto de ordenar los hallazgos al respecto, pretende describir el tipo de usos que la audiencia realiza en relación a los medios de comunicación.
Se produce así un cambio de paradigma respecto a los enfoques de investigación. La pregunta tradicional disparadora de hipótesis ¿qué efectos producen los medios en las audiencias? Se reemplaza por su inversa: ¿y qué es lo que la gente hace con los medios?.
En definitiva, esta línea teorica, indaga sobre la capacidad conciente de la audiencia para elegir frente a las imposiciones mediáticas, limitado considerablemente la posibilidad de manipulación concedida a los medios de comunicación.
Al respecto es interesante agregar la fórmula de la "audiencia obstinada",(Bauer, 1964) De acuerdo a los resultados obtenidos en distintas investigaciones, la audiencia parecería resistirse activamente a los intentos de ser influída, manteniendo una relación "transaccional" y recíproca con las fuentes de los medios de comunicación.

Agenda Setting o La teoría de la construcción de agenda
Las teorías sobre los efectos de los medios en las audiencias, vuelven a girar significativamente hacia la consideración de las posibilidades manipuladoras de las audiencias. Sin embargo, estos efectos, serían predominantemente de tipo congnitivos y se describen en lo que se ha dado en llamar "teoría de la construcción de agenda" (agenda setting).
Los medios de comunicación social, realizan una cobertura de los acontecimientos de la actualidad, realizando una jerarquización. De acuerdo a la teoría de agenda setting este temario configurado por los medios, tendrá, necesariamente, un impacto en la audiencia. Esta linea, que ha generado el movimiento más significativo dentro de la mass communication research, fue introducida en 1972 por Mc Combs y Shaw, en su artículo The agenda Setting Function of the Mass Media.
De esta forma, han proliferado numerosas investigaciones acerca de las relaciones entre los temas que han sido enfatizados como destacados por los medios y los temas que se instalan como significativos para la opinión pública. Se considera, dentro de este marco teórico, que existiría una relación directa y causal entre el contendio de los medios y la percepción por parte del público respecto a qué es lo más importante de entre todos los acontecimientos sociales. En otras palabras, se considera que es muy posible que los medios carezcan de la capacidad necesaria para indicarle a la gente cómo debe pensar (puesto que influir en la opinión es mucho más complejo, ya que esta se encuentra afectada por múltiples variables, entre ellas, las socioculturales) pero sí, es factible que im pongan determinados temas, dejando otros en segundo plano, logrando así una manipulación indirecta.
Wolf (1985) puntualiza que el modelo de agenda setting al describir la influencia de los medios en el modo en que el destinatario organiza sus propio conocimiento y la imagen de la realidad social, está muy próximo a la semiótica, de hecho, existirían una serie de cuestiones comunes como el estudio de las estrategias textuales, la tipología de los discursos o los procesos de comprensión y recordación textual.
En este sentido, los modelos de investigación actuales, tienden a dar cuenta de la construcción de la realidad social. Efectivamente, los medios, configuran la imagen de la sociedad que los miembros de las audiencias construyen dentro de sus mentes, puesto que en una sociedad compleja como la que vivimos, el conocimiento de los hechos sociales depende en buena medida de los mensajes mediados (y de la interpretación de la realidad que los medios realizan).

La espiral del silencio: mayoría intimidatoria
"El temor al asilamiento (no sólo el temor que tiene el individuo de que lo aparten sino también la duda sobre su propia capacidad de juicio) forma parte integrante (...) de todos los procesos de opinión pública. Aquí reside el punto vulnerable del individuo; en esto los grupos sociales, pueden castigarlo por no haber sabido adaptarse. Hay un vínculo estrecho entre los conceptos de opinión pública, sanción y castigo" Noelle Neumann, 1974
Mientras que la teoría de agenda setting limita en parte el poder de los medios como formadores de opinión a la jerarquización del temario, el enfoque de Noelle Neumann parte del supuesto que la mayor parte de las personas, temen naturalmente al aislamiento y, al manifestar sus opiniones personales, tratan de identificar la opinión de la mayoría para luego sumarse al "consenso general". Los medios de comunicación, operan como formadores del consenso, los periodistas tendrían la autoridad necesaria para diagnosticar el "clima de opinión".
La lógica de este modelo, conforma una espiral silenciosa dado que, cuanto más se difunde una opinión dominante, más se silencian, las individuales voces minoritarias en disidencia, con lo cual, se acelera el efecto de las opiniones mayoritarias construyendo un proceso de retroalimentación ascendente: Basándonos en el concepto de un proceso interactivo que genera una "espiral" de silencio, definimos opinión pública como aquella que pude ser expresada en público sin riesgo de sanciones (...) según este mecanismo psicológico que hemos denominado "espiral del silencio", conviene ver a los mensajes como creadores de opinión pública. Constituyen el enotorno cuya presión desencadena la combatividad, la sumisión y el silencio" Noelle Neumann, 1974
G.C.
Bibliografía:
De Fleur-Ball Rokeach, (1982) Teorías de la comunicación de masas, Paidós, Barcelona
McQuail (1983) Introducción a la teoría de la comunicación de masas , Paidós, Barcelona
Rodrigo Alsina (1996) La construcción de la noticia Paidós, Barcelona

Fuente: http://comunicacion.idoneos.com/index.php/337570

Lo popular en comunicación alternativa

Para continuar ofreciendo aportes, les dejo este texto en el cual se presenta una propuesta de comunicación popular, atendiendo al legado de Paulo Freire.
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COMUNICACIÓN POPULAR: Esta comunicación es un modelo antagónico al modelo de comunicación vigente . La comunicación alternativa y popular trata de rescatar y recuperar la cultura popular convirtiéndola en sujeto de información. En donde se busca la EMPATIA es decir la participación afectiva y por lo común emotiva de un sujeto en la realidad ajena que constituye uno de los más destacados factores en la comunicación devolviendo el papel protagónico a las personas. El mensaje cualitativo Crea nexos, conciencia, estimula la socialización , recrea, educa y entretiene , pero su función principal es la de recuperar la historia tradiciones. Busca espacios para sentar su presencia , aportando conocimientos, elementos para elevar el nivel del lenguaje. COMUNICACION ALTERNATIVA: Surge en los años 80 como una actitud contestataria ante el avasallamiento y predominio de los medios de comunicación masiva . Los comunicadores de medios pequeños encuentran que hay otras vías y métodos más adecuados para llegar a su público , y plantea que es necesario salir de los marcos de la ideología dominante. Partiendo del uso de mini medios, haciendo hincapié en el panorama local para satisfacer las necesidades de comunicación locales. COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA: Es aquella en que la población beneficiaria es protagonista y no receptor pasivo . Para lograr la participación se desarrollan una serie de técnicas, instrumentos , metodologías que incluyen el diagnostico de la investigación , la planificación y la evaluación participativa. Desde esta perspectiva la participación de la gente se considera como un elemento central del proceso de desarrollo. Comunicación para el desarrollo : Para revalorizar a la persona antes que el hecho en sí sustenta los principios de empatía, cumpliendo la comunicación el ciclo de retroalimentación EL MODELO DE LA COMUNICACIÓN POPULAR: Al contrario de las prácticas tradicionales, el modelo de comunicación popular ha surgido como una respuesta a las necesidades de otro tipo de información, busca una interrelación entre los emisores y receptores a través de organización y orientación de los pueblos oprimidos . Es una comunicación comunitaria colectiva universal que revaloriza a la cultura popular , que quiere transmitir los valores humanos, sociales, democráticos, de equidad de género, identidad y derechos, rescatándolas para crear una conciencia colectiva , es que este modelo no está destinado para el mero consumo y lucro; sino para el servicio y creación de conciencia . Este modelo personaliza a su receptor estimulando su capacidad de respuesta por eso es CONTESTATARIA . Se busca el cambio progresivo de la sociedad y la gestación de condiciones propicias para llevar a cabo este cambio. Es aquella que partiendo de la cultura y necesidad de los grupos populares, transforma la características de la comunicación dominante donde los emisores y receptores intercambian continuamente sus posiciones ." LA comunicación popular , constituye un espacio democrático y participativo , se trata de que los sujetos tradicionalmente excluidos de la toma de decisiones lleguen a tomar entre sus manos los espacios sociales que le están indicados donde no existan emisores especializados o consagrados por razones de prestigio. Los profesionales asumen la misión de facilitadores del proceso de comunicación enseñando como realizar y ejecutar este modelo , donde la toma de decisiones deben ser compartidas.

Fuen te: http://veneideologica.galeon.com/aficiones1679231.html

jueves, 24 de enero de 2008

Un modelo de comunicación alternativa

Comunicación alternativa, subversión para la paz
Miguel Ángel Espinosa M. / Coordinador de Visibilidad y Proyectos de Comunicación, Cencos, México.



He aquí una propuesta para la construcción de un nuevo modelo de comunicación alternativo basado en principios, estrategias, objetivos e instrumentos que lleven a la sociedad civil en su conjunto a un ejercicio pleno del derecho a comunicar


Allá por los setenta, los gobiernos de algunos de los países en vías de desarrollo emprendieron una cruzada ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para reformar el orden económico internacional. Buscaban favorecer a sus sociedades en el desigual reparto de la riqueza del orbe y trataron tímidamente de conducir los mecanismos de la economía mundial para que sus beneficios incluyeran al Tercer Mundo. Conocido entonces como “Nuevo Orden Económico Internacional”, este proyecto abortó antes de nacer porque desde su concepción era una falacia: sus promotores, los poderes nacionales, ya desde entonces auxiliaban de lleno en la gestación del proyecto neoliberal que hoy depreda al planeta, este sí un verdadero nuevo orden al que nadie ha podido escapar.
Henos aquí, dos décadas más tarde, envueltos por la globalización del mercado, presas de la más feroz etapa del capitalismo posindustrial; henos aquí a los latinoamericanos, pobres entre los pobres, con nuestras sociedades cayendo sin freno en el abismo de la “exclusión”, esa condición socioeconómica y casi existencial de no ser nadie por vivir al margen del consumo y la producción.
En aquel fallido intento de los setenta por reordenar el caos socioeconómico se planteaba también la creación de un nuevo orden informativo internacional, pues ya se mostraba con evidencia que los mass media son una de las principales herramientas para preservar el dominio de unos cuantos sobre la población de la Tierra. Desde sus tribunas, importantes científicos sociales advertían reiteradamente contra este fenómeno, fiel espejo de los esquemas del mercado. En América Latina, por ejemplo, el maestro Juan Somavia, del Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales, hizo señalamientos que hoy más que nunca adquieren plena vigencia:
“El sistema transnacional de comunicaciones —señalaba el investigador— es un todo: incluye agencias de noticias, empresas de publicidad y bancos de datos; y también el suministro de servicios de recuperación de información, programas de radio y televisión, películas, radiofotos, revistas, libros e historietas y cómics de circulación internacional. Sus distintos componentes, que tienen mayoritariamente su origen en los países industrializados, se refuerzan unos a otros, estimulando en su conjunto las aspiraciones del consumidor a alcanzar formas de organización social y estilos de vida imitativos de los países capitalistas industrializados que la experiencia ha demostrado que sólo se pueden reproducir en los países del Tercer Mundo sobre la base de inaceptables desigualdades sociales y una alta y creciente concentración de ingresos en pocas manos. Al mismo tiempo, la presión informativa procedente de tantos y diversos orígenes, aparentemente sin relación entre ellos pero sustantivamente coherentes, va eliminando la capacidad de reacción frente al mensaje, con lo cual progresivamente el sujeto receptor se transforma en un elemento pasivo, sin capacidad de juicio crítico.
“El proceso de comunicación, entonces, se transforma para la gente en algo así como un teatro que se observa pero en el cual no se participa. En esas condiciones el público se va convenciendo de que el modelo transnacional de consumo y desarrollo es históricamente inevitable. Así, el sistema de comunicaciones cumple su función principal: la de penetrar culturalmente al ser humano para condicionarlo, de modo tal que acepte los valores políticos, económicos y culturales de la estructura transnacional de poder”. ([1])
Con esas palabras el maestro Somavia hacía sin duda el retrato de las sociedades tercermundistas para veinte años después. La información, desgraciadamente, no sólo continuó siendo un producto a la venta, sino que incluso se convirtió en uno de los bienes más importantes del expansionismo neoliberal y una de las grandes carencias en lo que se refiere a las posibilidades de autonomía para los países dependientes. Por otra parte, es un hecho indiscutible que la informatización del mundo fue y sigue siendo uno de los soportes sobre los cuales se sostiene la globalización mercantilista. No es gratuito que la generación de tecnología y conocimientos de punta para el manejo de la información estén controlados precisamente por oligopolios estadounidenses y europeos.
El poder de la información
Hoy por hoy adquiere vigencia la consigna de los magnates del periodismo: “Información es poder”. Gran verdad que la sociedad civil organizada asume para plantearse una importante pregunta: ¿Cómo obtenerlos, la información y el poder que ésta da, cuando no se manejan los hilos de la economía, cuando se forma parte de la gran masa despojada, cuando los ciudadanos comunes ni siquiera pueden soñarse dueños o contralores de los medios de producción, cuando son parte de la mayoría en desventaja y ni siquiera poseen los recursos materiales suficientes para desarrollar sus proyectos más mínimos?
La sociedad civil organizada responde a esta interrogante proponiendo la construcción de un nuevo modelo de comunicación alternativo basado en principios, estrategias, objetivos e instrumentos que lleven a la sociedad civil en su conjunto a un ejercicio pleno del derecho a comunicar y, por consecuencia, de lo que en México llamamos “garantías individuales y sociales”.
Conciencia, libertad, conocimiento, creatividad, solidaridad y subversión, he aquí seis principios que la sociedad civil se antepone en su ejercicio del derecho a la comunicación:
Conciencia, para mantener y promover la certeza de que la persona humana no puede ni debe ser sujeto de manipulación en su núcleo más íntimo; conciencia para distinguir entre los elementos liberadores y los elementos degradantes de la cultura; conciencia para cerrar los oídos a los cantos de sirena del orden establecido, que de continuo trata de atrapar al receptor para fortalecerse a sí mismo convirtiéndolo en su fiel multiplicador.
Libertad, para optar por la dirección que la conciencia señale, ejerciendo la responsabilidad de no someterse pasivamente a las estructuras impuestas por los poderes económico, religioso, político y militar; libertad para rechazar las ofertas de los manipuladores, que no respetan la esencia humana; libertad para expresarse y comunicarse.
Conocimiento, para fortalecer esa libertad consciente, pues no se debe olvidar que un hombre se posee a sí mismo en la medida que posee la palabra que nombra su entorno, y la palabra bien utilizada implica profundizar en el conocimiento de sí y del mundo.
Creatividad, para inventar las formas de expresar y compartir los propios conocimientos, en lo individual y en lo social, hasta conformar saberes que constituyan un bien común; creatividad para sabotear al orden cuando es injusto, pero sin recurrir a la violencia o a la guerra.
Solidaridad, para que los saberes colectivos circulen fortalecidos y pervivan más allá de cualquier límite espacial o temporal; solidaridad para incluir en un proceso liberador a quienes por desidia permiten la manipulación; solidaridad para evolucionar en lo personal y en conjunto mediante el apoyo mutuo; solidaridad para socializar los medios y las estrategias de comunicación.
Subversión, para que desde su propia libertad, con pleno conocimiento de causa, creativa y solidariamente, los ciudadanos saboteen las ideologías que crean un falso sentido de la realidad y producen conciencias desnutridas, sin voluntad para comprender y rechazar las condiciones de vida que impone la economía de mercado a través de sus mensajes manipulados; subversión, sí, para enfrentar mediante la “no violencia activa permanente” cualquier tipo de manipulación de las vidas y las conciencias, venga de donde venga; subversión como forma de vida para revolucionar a la democracia y hacerla social.
A partir de estos principios, el propósito que mueve a la sociedad civil organizada a buscar la información y su poder es comunicar, poner en común, ejercer un derecho que implica a muchos otros derechos, como el de reunión, el de discusión, el de participación y otros de asociación, el derecho de hacer preguntas, el de ser informado e informar con plena libertad y otros de información; el derecho a la cultura, el derecho a escoger, el derecho a la protección de la vida privada y muchos otros derechos que se refieren al desarrollo del individuo.[2]
El sentido común parece advertirnos que en el orden informativo vigente estas propuestas correrán la misma suerte del proyecto de los setenta. Pero no es así. Aquella iniciativa se caracterizó por su verticalidad y su identificación orgánica con los poderes nacionales tercermundistas, al fin y al cabo extensiones del poder internacional. Esta nueva propuesta, en cambio, se pretende surgida de la tradición popular, es horizontal y ha emergido junto con la sociedad civil organizada, dentro de la cual pretende afianzarse para después permear a la sociedad civil en su conjunto y desde ella emprender la transformación de los medios establecidos en instrumentos para el bien social.
Estrategias alternativas
En cuanto a la elección de las estrategias y los instrumentos, la sociedad civil organizada reitera constantemente el ejercicio de una comunicación de estrategia alternativa, tanto por sus contenidos como por sus instrumentos.
En sus proyectos sobre la materia se plantea así:
Alternativa porque implica elegir entre dos o más opciones posibles. Ante la información masiva se opta por la comunicación civil, desde y para la sociedad civil.
Alternativa porque no apunta únicamente a la creación de medios distintos a los existentes, sino que va más allá al plantear también un uso distinto de la comunicación, a reserva de que se logre o no crear nuevos medios o transformar los que se imponen.
Alternativa porque renuncia a la tentación de usar los medios como instrumentos de poder para el dominio y la manipulación; en cambio, se propone su uso para compartir la información y el conocimiento como bienes sociales.
Alternativa porque se niega a participar en el flujo de ese producto ideológico-industrial que es la información mercancía y se empeña en poner en común —en comunicar— las expresiones de la propia diversidad cultural.
Alternativa porque se expresa con un discurso antiautoritario, crítico y analítico para descubrir los problemas de la realidad en lugar de ocultarlos.
Alternativa porque invoca la creación de medios al margen de las redes de la gran prensa, pero sin olvidar que hay formas de participar e influir en ella sin dejar de cuestionar directamente al orden establecido.
Pecaría de iluso quien pretendiera destruir los medias para sustituirlos por el volante de mano en mano, la pancarta y las pintas, que sin duda son valiosos en sí mismos pero cuya capacidad para generar respuesta interactuante es casi nula. Por el contrario, es posible hacer un análisis sobre los medios útiles al propósito de comunicar —desde los mencionados, tan simples, hasta los que sirven al poder, tan complejos— y escoger entre ellos para utilizarlos juntos o por separado en todas sus posibilidades, según convenga al interés comunitario.
El problema a fin de cuentas no estriba en los medios que se puedan poseer, sino en la forma como se usen y el contenido que se pretenda transmitir con ellos. Como diría Máximo Simpson, un viejo maestro de la comunicación: “El meollo de la alternatividad no está tanto en el carácter físico del medio sino en su capacidad para emitir con posibilidades de retroalimentación un mensaje de interés colectivo y que contribuye al bien social. El contenido es la piedra de toque de la alternatividad. Sin discurso alternativo no hay medio alternativo, que en cuanto a la elección de temas, su clasificación y su tratamiento debe ser abierto y antiautoritario”.([3])
Es el mismo Simpson quien ofrece una de las mejores definiciones para caracterizar a un medio alternativo: “...es alternativo todo medio que implica una opción frente al discurso dominante en un contexto caracterizado por la existencia de sectores privilegiados que detentan el poder político, económico y cultural. [4]
Respecto a la elección de los contenidos, la sociedad civil organizada hace otra propuesta provisional como punto de partida para iniciar la comunicación. Es muy sencilla: recuperar los valores propios de la verdadera sociedad. Para lo cual habría de comenzarse por la revaloración de seis instituciones tradicionales:
1. La familia, pero reformada profundamente y fortalecida para crear e impulsar desde ella las alternativas para un cambio radical del sistema.
2. La comunidad, tejido básico para la reconstrucción de la vida humana y de la sociedad civil, especialmente entre los pobres, los oprimidos y los excluidos. Mediante la formación de comunidades solidarias se puede levantar un no tajante al consumismo, a la manipulación cultural y a los fundamentalismos de cualquier índole.
3. El poder local, comunal o de barrio, para hacer realidad la democracia social y participativa.
4. La educación formal y la popular, pues la que se imparte en las escuelas está manipulada para convertir a los niños y jóvenes en engranajes de la producción y el consumo.
5. La cultura, incluyendo todas sus manifestaciones pero poniendo especial énfasis en las que surgen de las tradiciones y la diversidad.
6. La religión, pero considerándola como un intento del afán humano por religarse respetuosamente con el universo que le rodea, sin caer en la idolatría o en el fundamentalismo, sin depender de instituciones concretas y puesta por completo al servicio de la vida.
Los temas sobran dentro de este pequeño esquema de seis puntos planteado por quienes trabajan con la comunicación en la sociedad civil. Podría constituirse en un buen punto de partida, ya que es justamente el esquema de la vida diaria y una fuente de información idónea para fortalecer el derecho a comunicar.
La construcción de medios
En aras de lo práctico, vale la pena mencionar finalmente cuatro puntos sobre los cuales se debe poner especial atención a la hora de iniciar la construcción de medios alternativos:
1. El sistema de propiedad, que ha de ser colectivo.
2. La participación social en el tratamiento del mensaje, que debe ser abierta a toda la comunidad, convirtiéndola en interlocutora.
3. Las fuentes de financiamiento, que pueden provenir de la misma comunidad, de fundaciones e instituciones no gubernamentales y hasta de los gobiernos, siempre y cuando no se establezcan por ello compromisos que limiten la independencia del medio.
4. Las formas de distribución, que pueden abarcar desde la interpersonal hasta la masiva, mediante recursos tradicionales o tecnología de punta pero siempre dejando abiertas las posibilidades para la respuesta directa y lo más pronta posible del receptor.
Es claro, pues, que el universo de posibilidades para la construcción de medios alternativos desde la sociedad civil es muy amplio. Pocos están fuera del alcance.
Las propuestas más actuales de la sociedad civil en materia de comunicación se enmarcan en un propósito más amplio de promoción de la cultura para la paz., una cultura donde nadie sea violentado por el engaño, la manipulación, el despojo, la persecución, la discriminación, la exclusión o el exterminio. Se parte aquí de la certeza de que la paz no sólo es la ausencia de guerra, pues ésta puede ser estructural y tomar el rostro de un sistema que arrasa inmensos conglomerados humanos mediante la manipulación contra la vida a través de la economía, la política, la corrupción, la ciencia, la educación, la religión y la cultura toda, expresada a través de los medias.
Con la práctica constante de la subversión comunicadora desde la sociedad civil organizada es posible preparar a la sociedad para su transformación mediante el consenso, mediante el acuerdo incluso con los poderes establecidos, pero desde el derecho individual y la libertad consciente. La comunicación alternativa es la mejor vacuna contra cualquier tipo de manipulación, porque desde el interior humano, desde la familia, desde la comunidad y desde las organizaciones los ciudadanos se insertarán propositivamente en el nuevo orden que ellos mismos construirán. Los medios de comunicación, finalmente, se habrán convertido en la alternativa idónea para que la sociedad se interpele pacíficamente a sí misma. En un mundo de destrucción la subversión más revolucionaria es la creación.
[1] Uribe O, Hernán. Ética periodística en América Latina. Deontología y estatuto profesional. Universidad Nacional Autónoma de México. México, D. F., 1ª edición, 1984.
[2] Häring, Bernard. Ética de la manipulación. En medicina, en control de la conducta y en genética. Editorial Herder. Barcelona, España. 2ª edición, 1985.
[3] Simpson, Máximo. “Comunicación alternativa: dimensiones, límites, posibilidades”, en Comunicación alternativa y cambio social. Universidad Nacional Autónoma de México. México, D. F., 1ª edición, 1981.
[4] Ibid.
Comunicación alternativa, subversión para la paz
Miguel Ángel Espinosa Mondragón
espidrag@yahoo.com.mx





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miércoles, 23 de enero de 2008

Kapuscinski, inquietante


Infaltable este texto de Ryszard Kapuscinski (fallecido en enero de 2007), publicado en El Colombiano, para entender las razones de la problemas actuales de los media. Reflexión obligada para ustedes, futuros comunicadores. Espero les sea útil.

¿Reflejan los media la realidad del mundo?

Nuevas censuras, sutiles manipulaciones

PorRyszard Kapuscinski
Periodista y escritor polaco(*)

¿En qué medida los medios de comunicación son un espejo fiel del mundo? Desde que las nuevas tecnologías han convulsionado el periodismo y permitido la constitución de grandes grupos mediáticos con ambiciones planetarias, esta cuestión resulta más pertinente que nunca.

La instantaneidad y el directo han cambiado las condiciones del periodismo de investigación. Y el imperativo del beneficio ha reemplazado a las más nobles exigencias cívicas. Pero, en todas partes, resiste otro periodismo, más preocupado por la verdad y el rigor, como se ha constatado en Irán, en Burkina Faso, en Argelia y en otros lugares...

En los debates sobre los media se concede una atención excesiva a los problemas técnicos, a las leyes del mercado, a la competencia, a las innovaciones y a la audiencia. Y una atención insuficiente a los aspectos humanos. No soy un teórico de los media sino un simple periodista, un escritor que, desde hace cuarenta anos, se dedica a recoger y tratar la información (y también a consumirla). Me gustaría compartir las conclusiones a las que he llegado al final de esta larga experiencia.

Mi primera observación se refiere a las dimensiones. Afirmar, como se hace a menudo, que "toda la humanidad" está pendiente de lo que hacen o dicen los media es una exageración. Incluso cuando acontecimientos como la apertura de los Juegos Olímpicos son vistos por dos millardos de telespectadores, eso no representa más que un tercio de la población del planeta.

Otros mega acontecimientos (Copa del Mundo de Fútbol, matrimonios o funerales de personalidades) son difundidos masivamente en las pantallas, y apenas un 10 o un 20% de humanos los miran.

Ciertamente eso representa masas gigantescas pero no "toda la humanidad". Cientos de millones de personas no tienen ningún contacto con los media. En diversas regiones de África, la televisión, la radio e incluso los periódicos, son inexistentes.

En Malaui no hay mas que un periódico; en Liberia, dos, bastante mediocres por otra parte, pero ninguna televisión. En numerosos países la televisión no funciona más que dos o tres horas al día. Y en vastas extensiones de Asia - por ejemplo en Siberia, en Kazajstán o en Mongolia - hay algunas redes de televisión pero las personas no disponen de receptores que les permitan captar los programas. En la época de Leonidas Breznev, en los grandes espacios de la Siberia soviética, los programas de las radios occidentales no se interceptaban porque, a falta de receptores, nadie podía escucharlos.

Una gran parte de la humanidad vive todavía fuera de la influencia de los media y no tiene ninguna razón para inquietarse por las manipulaciones mediáticas o la mala influencia de los medios de masas. A menudo, en particular en América Latina y en África, la única función de la televisión es divertir.

Se encuentran televisores en los bares, los restaurantes y los hoteles. Las personas tienen la costumbre de ir al bar para tomar una copa y mirar la televisión. Y a nadie se le ocurre la idea de exigir que este media sea serio o que tenga cualquier función informativa o educativa. La mayor parte de los africanos o latinoamericanos no esperan de la televisión una interpretación seria del mundo, lo mismo que no la esperarían de un circo.

La gran revolución de las nuevas tecnologías es un fenómeno reciente. Su primera consecuencia importante ha sido un cambio radical en el universo del periodismo. Pensemos en la primera cumbre de jefes de Estado de África. Se celebró en 1963, en Addis Abeba (Etiopía). Para cubrirla llegaron periodistas del mundo entero. Cerca de doscientos enviados especiales y corresponsales de grandes periódicos internacionales, de agencias de prensa y de estaciones de radio. Algunos equipos rodaban para documentales informativos pero no había ni un solo equipo de televisión.

Nos conocíamos todos; sabíamos lo que hacia cada uno y éramos incluso amigos. Auténticos maestros de la pluma y verdaderos expertos de las grandes cuestiones internacionales estaban presentes. Cuando pienso en ello, y sin ninguna nostalgia de una edad de oro que nunca existió, me parece que fue la última gran reunión de reporteros del mundo, el final de una época heroica en la que el periodismo estaba considerado como un profesión reservada a los mejores, una vocación elevada, noble, a la que el interesado se consagraba plenamente, de por vida.

Después ha cambiado todo. La búsqueda y la difusión de información se han convertido en una ocupación practicada en cada país por miles de personas. Las escuelas de periodismo se han multiplicado formando, año tras año, a noveles que llegan a la profesión. Esto no tiene ya nada que ver. En otros tiempos, el periodismo era una misión, no una carrera.

Hoy, no se cuentan los individuos que practican el periodismo sin identificarse con esta profesión, o sin haber decidido dedicarle plenamente su vida y lo mejor de ellos mismos. Es, para algunos, una especie de hobby, que pueden abandonar en cualquier momento para hacer otra cosa. Numerosos periodistas actuales podrían trabajar mañana en una agencia de publicidad y convertirse, pasado mañana, en agentes de cambio.

Las tecnologías punta han provocado una multiplicación de los media. ¿Cuáles son las consecuencias? La principal es el descubrimiento de que la información es una mercancía cuya venta y difusión pueden proporcionar importantes beneficios. Antaño, el valor de la información iba asociado a diversos parámetros, en particular al de la verdad. También se concebía como un arma que favorecía la lucha política.

Todavía está fresco el recuerdo de los estudiantes que, en la época del comunismo, quemaban en la calle ejemplares de los periódicos del partido al grito de "la prensa miente". Hoy todo ha cambiado. El precio de la información depende de la demanda, del interés que suscita. Lo que prima es la venta. Una información será juzgada sin valor si no consigue interesar a un público amplio.

El descubrimiento del aspecto mercantil de la información ha motivado la afluencia del gran capital hacia los media. Los periodistas idealistas, esos dulces soñadores en búsqueda de la verdad que antes dirigían los periódicos, han sido reemplazados, a menudo, a la cabeza de las empresas, por hombres de negocios.

Todos los que visitan las redacciones de los soportes más diversos, pueden constatar estos cambios. Antes, los media estaban instalados en inmuebles de segunda categoría y disponían de oficinas estrechas, oscuras y mal amuebladas, donde hormigueaban periodistas andrajosos y sin dinero, rodeados de montañas de papeles en desorden, de periódicos y de libros.

Hoy, basta visitar los locales de una gran cadena de televisión: los inmuebles son palacios suntuosos, todos de mármol y espejos. Al visitante le guían maniquíes-azafatas a través de largos pasillos enmoquetados. Estos palacios son ahora las sedes de un poder del que antes solo disponían los presidentes de los Estados o los jefes de gobierno. Este poder se encuentra ahora en manos de los patronos de los nuevos grupos mediáticos.

Es el mercado quien verifica

Desde que esta considerada como una mercancía, la información ha dejado de verse sometida a los criterios tradicionales de la verificación, la autenticidad o el error. Ahora se rige por las leyes del mercado. Esta evolución es la más significativa entre todas las que han afectado al terreno de la cultura. Consecuencia: se ha sustituido a los antiguos héroes del periodismo por un número imponente de trabajadores de los media, prácticamente todos hundidos en el anonimato. La terminología utilizada en Estados Unidos es reveladora de este fenómeno: el media worker suplanta, frecuentemente, al periodista.

El mundo de los media ha explotado, de tal manera, que comienza a vivir por si mismo, como una entidad autosuficiente. La guerra interna entre los grupos mediáticos es una realidad más intensa que la del mundo que les rodea. Importantes equipos de enviados especiales recorren el mundo. Forman una gran jauría, en el seno de la cual cada reportero vigila al otro. Hay que tener la información antes que el vecino. El scoop o la muerte. Por eso, aunque varios acontecimientos se producen simultáneamente en el mundo, los media sólo cubrirán uno: el que haya atraído a toda la jauría.

En más de una ocasión he formado parte de esa jauría. Además la he descrito en mi libro "D'une guerre a l'aurtre" (1) y sé cómo funciona. La crisis provocada en 1979 por la captura de rehenes norteamericanos en Teherán es un ejemplo. Aunque, en la práctica, no pasaba nada en la capital de Irán, miles de enviados especiales llegados del mundo entero permanecieron durante meses en la ciudad.

La misma jauría se desplazó, años más tarde, al Golfo, durante la guerra de 1991 a pesar de que no se podía hacer nada porque los norteamericanos prohibían a cualquiera acercarse al frente. En el mismo momento, se producían acontecimientos atroces en Mozambique y Sudán; pero eso no emocionó a nadie porque la jauría se encontraba en el golfo. En diciembre de 1991, durante el golpe de Estado, Rusia tuvo derecho a las mismas atenciones. Mientras que los hechos realmente importantes, las huelgas y las manifestaciones, tenían lugar en Leningrado, el mundo lo ignoraba porque los enviados de todos los media no se movían de la capital, esperando que ocurriera algo en Moscú, donde reinaba una calma absoluta.

Las nuevas tecnologías, sobre todo el teléfono móvil y el correo electrónico, han transformado radicalmente las relaciones entre los reporteros y sus jefes. Antes, el enviado de un periódico, el corresponsal de una agencia de prensa o de una cadena de televisión, disponía de una gran libertad y podía dar libre curso a su iniciativa personal. Buscaba la información, la descubría, la verificaba, la seleccionaba y le daba forma. Actualmente, y cada vez más a menudo, no es más que un simple peón que su jefe desplaza a través del mundo desde sus oficinas, que pueden encontrarse en la otra punta del planeta.

Por su parte, este jefe tiene al alcance de su mano informaciones procedentes de multitud de fuentes (cadenas de informaciones en continuo, despachos de agencias, Internet) y puede, de esta manera, tener su propia visión de los hechos, eventualmente muy distinta de la del reportero que cubre el acontecimiento en el lugar de los hechos.

A veces, el jefe no puede esperar pacientemente a que el reportero termine su trabajo. Y es él quien informa al reportero del desarrollo de los acontecimientos y lo único que espera de su enviado especial es la confirmación de la idea que se ha hecho sobre el asunto. Muchos reporteros, hoy, tienen miedo a buscar la verdad por sí mismos.

En México, uno de mis amigos trabajaba para las cadenas de televisión norteamericanas. Me lo encontré en la calle; estaba a punto de filmar enfrentamientos entre estudiantes y policía. "¿Qué ocurre, John?", le pregunté. "No tengo la menor idea, me respondió sin dejar de filmar. No hago más que grabar, me contento con tomar las imágenes; después, las envío a la cadena que hace lo que quiere con este material".

La ignorancia de los enviados especiales sobre los acontecimientos que están encargados de describir es, a veces, sorprendente. Cuando las huelgas de Gdansk, en agosto de 1981, que dieron nacimiento al sindicato Solidarnosc, la mitad de los periodistas extranjeros llegados a Polonia a cubrir el acontecimiento no podían situar Gdansk (el antiguo Dantzig) en un mapa.

Aún sabían menos sobre Ruanda cuando las masacres de 1994: la mayor parte de ellos pisaban por primera vez el continente africano y habían desembarcado directamente en el aeropuerto de Kigali, en aviones fletados por la ONU, sabiendo apenas dónde se encontraban. Casi todos ignoraban las causas y las razones del conflicto. Pero el defecto no es culpa de los reporteros. Ellos son las primeras víctimas de la arrogancia de sus patronos, de los grupos mediáticos y de las grandes redes de televisión. "¿Qué más me pueden exigir?, me decía recientemente el cámara del equipo de una gran cadena de televisión norteamericana. En una semana he tenido que filmar en cinco países de tres continentes distintos ".

La historia «telefalsificada»

Esta metamorfosis de los media plantea una cuestión fundamental: ¿Cómo entender el mundo? Hasta ahora se aprendía la historia gracias al saber que nos legaban nuestros ancestros, a lo que contenían los archivos y a lo que descubrían los historiadores. Hoy, la pequeña pantalla es la nueva (y prácticamente la única) fuente de la historia, destilando la versión concebida y desarrollada por la televisión.

Mientras que el acceso a los documentos sigue siendo difícil, la versión que difunde la televisión, incompetente e ignorante, se impone sin que podamos cuestionarla. El ejemplo más esclarecedor de este fenómeno es, quizá, Ruanda, país que conozco bien. Cientos de millones de personas en el mundo han visto las imágenes de las víctimas de las matanzas étnicas con comentarios, en su mayor parte, completamente erróneos. ¿Cuántos telespectadores han completado esta visión recurriendo a obras fiables sobre Ruanda? El peligro es que se consumen mucho mas fácilmente los media que los libros.

La civilización se vuelve cada vez dependiente de la versión de la historia imaginada por la televisión. Una versión a menudo falsa y sin fundamento. El telespectador de masas, al filo del tiempo, no conocerá más que la historia "telefalsificada", y sólo un pequeño número de personas tendrán conciencia de que existe otra versión más auténtica de la historia.

Rudolph Arnheim, gran teórico de la cultura, ya predijo, en los años 30, en su libro Film as Art (2), que el ser humano confundiría el mundo percibido por sus sensaciones y el mundo interpretado por el pensamiento, y creería que ver es comprender. Pero eso es falso. La televisión, escribió Arnheim, "será un examen más riguroso para nuestro conocimiento. Podrá enriquecer nuestros espíritus, lo mismo que podrá volverlos letárgicos ". Tenía razón.

La confusión, en general inconsciente, entre ver y saber, y ver y comprender, la utiliza la televisión para manipular a las personas. En una dictadura se sirve de la censura; en una democracia de la manipulación. El blanco de estas agresiones es siempre el mismo: el ciudadano de a pie. Cuando los media hablan de ellos mismos, enmascaran el problema de fondo con la forma, sustituyen con la técnica, la filosofía. Se preguntan cómo editar, cómo montar o como imprimir.

Discuten problemas de montaje, de bases de datos o de la capacidad de los discos duros. En cambio, cuestionan el contenido de lo que quieren editar o imprimir. El problema del mensajero es reemplazado por el del mensaje. Desgraciadamente, como lamentaba Marshall McLuhan, el mensajero tiene tendencia a convertirse en el contenido del mensaje.

Tomemos el ejemplo de la pobreza en el mundo que es, sin duda, el problema más grave de este fin de siglo. ¿Cómo lo tratan las grandes redes de televisión? La primera manipulación consiste en presentar la pobreza como sinónimo del drama del hambre. Pero los dos tercios de la humanidad viven en la miseria a causa de un reparto no equitativo de las riquezas en el mundo.

La hambruna, en cambio, aparece en ciertos momentos y en regiones muy precisas, pero es generalmente un drama de dimensión local. Además, sus causas se deben, la mayoría de las ocasiones al clima, a cataclismos como la sequía o las inundaciones; y a veces también a las guerras. Hay que añadir que los mecanismos de lucha contra el hambre, en tanto que plaga imprevista y puntual, son relativamente eficaces. Para combatirla, se utilizan los excedentes alimentarios de que disponen los países ricos y se les envía masivamente allí donde la necesidad se deja sentir. Estas operaciones de lucha contra el hambre, como en Sudán o en Somalia, son las que se nos han enseñado en las pantallas de televisión. En cambio, no se ha pronunciado ni una palabra sobre la necesidad de erradicar la miseria mundial.

La segunda estratagema utilizada por los manipuladores de la miseria es su presentación en emisiones de carácter geográfico, etnográfico y turístico, que descubren regiones exóticas del planeta. De esta manera, la miseria es asimilada al exotismo, y la televisión difunde el mensaje de que los lugares predilectos de la miseria son las regiones exóticas. Vista desde este ángulo, la miseria aparece como un fenómeno curioso, una atracción casi turística. Tales imágenes abundan, particularmente, en cadenas temáticas como Travel, Discovery, etc.

La ultima artimaña de estas manipulaciones consiste en presentar la miseria como un dato estadístico, un banal parámetro del mundo real. Esta manera de ver la miseria la condena a perpetuidad; el ser humano no puede así sentirla más que como una amenaza para la civilización dado que necesita aprender a vivir con ella.

Volvamos al punto de partida: ¿Los media reflejan el mundo? Digamos que de manera muy superficial y fragmentaria. Se concentran en las visitas presidenciales o los atentados terroristas; e incluso esos temas parecen interesarles menos. Durante estos cuatro últimos años, la audiencia de los telediarios de las tres principales cadenas norteamericanas ha bajado del 60% al 38% el total de telespectadores.

El 72% de los temas son de carácter local y se refieren a la violencia, drogas, agresiones y delitos. Solo el 5% de su tiempo está dedicado a las noticias del extranjero; e incluso numerosas ediciones ignoran este apartado. En 1987, la edición norteamericana del semanario Time dedicó once portadas a temas internacionales; diez años más tarde, en 1997, solamente una. La selección de las informaciones se basa en el principio "cuanta más sangre haya mejor se vende" (3).

Los «anticuerpos necesarios»

Vivimos en un mundo paradójico. Por una parte se nos dice que el desarrollo de los medios de comunicación ha conseguido unir a todas las partes del planeta entre sí, para formar una "aldea global"; y, por otra, la temática internacional ocupa cada vez menos espacio en los media, ocultada por la información local, por los titulares sensacionalistas, por los cotilleos, los personajillos y toda la información-mercancía.

Pero, seamos justos, la revolución de los media está en plena carrera. Se trata de un fenómeno reciente en la civilización humana; demasiado reciente para que ya haya podido producir los anticuerpos necesarios para combatir las patologías que genera: la manipulación, la corrupción, la arrogancia, la veneración de la pornografía. La literatura sobre los media es, a veces muy crítica, a menudo incluso implacable. Más pronto o mas tarde, esta crítica influirá, al menos en parte, en el contenido de los media.

Además, hay que reconocer que muchas personas se sientan delante del televisor porque esperan ver exactamente lo que la televisión les ofrece. a los años 30, el filósofo español Ortega y Gasset escribía en su libro La rebelión de las masas, que la sociedad es una colectividad de personas satisfechas de ellas mismas, de sus gustos y sus opciones. Finalmente, el mundo de los media es diverso.

Es una realidad de varios pisos. Junto a los "media basura" hay otros formidables: existen algunos prodigiosos programas de televisión, excelentes emisiones de radio y destacables periódicos. Para quien desee realmente una información honesta, de reflexión en profundidad y basada en sólidos conocimientos, no faltan los media de calidad. A veces es difícil disponer del tiempo necesario para asimilar la oferta existente. Los media son frecuentemente vilipendiados para justificar la letargia en la que han caído nuestras propias conciencias, y nuestra pasividad.

Y nadie ignora que, en la redacción de los periódicos, en los estudios de radio y televisión, hay periodistas sensibles y de gran talento, personas que tienen la estima de sus contemporáneos, que consideran que nuestro planeta es un lugar apasionante, que vale la pena que sea conocido, comprendido y salvado.

La mayor parte del tiempo, esos periodistas trabajan dando muestras de abnegación y de dedicación, con entusiasmo y espíritu de sacrificio, renunciando a las facilidades, al bienestar, hasta llegar a ignorar su seguridad personal. Con el único objetivo de dar testimonio del mundo que nos rodea. Y de la multitud de peligros y esperanzas que entraña. ________________________________________________________________________ (*) Publicado en Le Monde Diplomatique, Julio-Agosto 1999 ste texto retoma, en lo esencial, el discurso pronunciado por el autor, en Estocolmo, durante la ceremonia de entrega de los premios de periodismo Stora Jurnalstpriset(1) Flammarion, Paris, 1998. (2) Léase de Rudolph Arnheim, La Pensée visuelle, Flammarion, Paris, 1976. (3) Léase a Serge Halimi, "Un journalisme de racolage", Le Monde diplomatique, agosto de 1998.

Este texto fuepublicado en el periódico on line El Colombiano.

Dos entrevistas

Para quienes cursan Discurso Periodístico II o Géneros Periodísticos II, les dejo estas entrevistas publicadas en la red, y antes en el diario Panorama (fatalmente editadas). La realizada a Rafael Arráiz Lucca debe ser leída en el contexto de la aparición de la biografía que sobre Arturo Uslar Pietri escribió en 2006. La otra surgió de haber conocido a dos escritoras españolas cálidas, inteligentes y muy diestras en el oficio poético: Josefa Parra y Beatriz Hernanz.


Rafael Arráiz Lucca escribirá ahora la biografía de Juan Liscano


“Disfruto mucho de la obra de los demás”

El escritor recorre el país presentando su libro sobre la vida de Arturo Uslar Pietri, publicado con motivo del centenario del nacimiento del autor de Las Lanzas coloradas. Próximamente aparecerá un nuevo poemario de quien irrumpiera en la literatura venezolana como integrante del Grupo Guaire


Danilo Esqueda


Rafael Arráiz Lucca (Caracas, 1959) se multiplica cada día. Literalmente. Es un intelectual incansable. Prolífico: “Porque a mi me gusta trabajar. Yo tengo… una gracia divina, podríamos llamarla… que lo que hago me gusta muchísimo. Para mi trabajar es un gran placer. Por eso produzco tanto”.
Poeta, ensayista, antologista, gerente cultural, editor, biógrafo, articulista de opinión, profesor universitario y desde noviembre de 2005 miembro de número de la Academia de la Lengua Venezolana. Allí ocupa el sillón V y sucede a José Luis Salcedo Bastardo. Es abogado (Ucab, 1983) y tiene una especialización en Comunicaciones Integradas por la Universidad Metropolitana. También es editor: fue presidente de Monte Avila y hoy está al frente de la Fundación de Cultura Urbana, que ya ha proporcionado varios títulos esenciales. Se le comenta sobre su trabajo de antólogo y la mirada se torna brillante: “Yo disfruto mucho de la obra de los demás. Me proporciona mucha felicidad el que grandes obras que estimo puedan divulgarse”. Sólo le falta escribir dramaturgia. “No sé, no me he sentado a hacerlo”, comenta.
Arráiz entra a la escena literaria venezolana en 1983 con el poemario Balizaje y de allí surge un trabajo indetenible, con una obra que supera la cuarentena de libros publicados y -vital- entregó recientemente una completa biografía de Arturo Uslar Pietri. Ya comenzó a trabajar en otra, de Juan Liscano, el nunca olvidado polémico intelectual de aguda escritura. “Desde hace mucho tiempo quería hacerla”, confiesa. Un nuevo poemario está también próximo a sumarse su obra y en el cual trabaja “muy lentamente”. Perteneció al Grupo Guaire (junto a Luis Pérez Oramas, Leonardo Padrón, Nelson Rivera, Armando Coll, Alberto Barrera y Javier Lasarte).

Uslar omnipresente

Acaba de salir un estudio de la vida de Arturo Uslar Pietri, de la biblioteca biográfica venezolana. De allí que Rafael Arráiz Lucca se encuentre presentando este trabajo en distintos lugares del país. Recuerda que este interés por el autor de Las Lanzas Coloradas se origina también en la celebración del centenario de su nacimiento (Caracas, 16 de mayo de 1906). “Ha habido homenajes académicos. He estado, por ejemplo, en la Universidad de Carabobo, en la Universidad Nacional Experimental del Yaracuy, Universidad de Los Andes... siempre estas fechas son propicias para realizar una examen de la obra”.

¿Cómo fue el proceso de investigación y escritura de la biografía?

—Se trata de la primera biografía completa de Uslar Pietri en sus facetas literarias y políticas. Comencé la investigación hace tres años. A finales de 2005 la concluí y de inmediato se la entregué a los editores. La idea era que saliera para el centenario.

Un personaje sin duda interesante, lo que debe haber implicado una ardua tarea...

— Sí. Es un personaje complejo. Primero por una vida muy larga: murió a los 94 años. Después, una vida pública con muchas facetas. El literato , el político, el hombre de los medios de comunicación social. Luego, el hombre de Estado. De modo que prácticamente una biografía de Uslar conduce a un análisis de todo el siglo XX venezolano. A partir de 1928, cuando aparece su primer libro de cuentos -Barrabás y otros relatos- y era apenas un muchacho de 22 años, desde ese momento y hasta el día de su muerte la presencia de Uslar es permanente.

Pese a que existen coincidencias en cuanto a la estatura intelectual de Uslar y su legado, recientemente se dejaron escuchar críticas según las cuales se habría opuesto a la creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo... ¿Fue así?


— Uslar no se opuso al creación de la Opep, sino que fue un crítico de la política petrolera que desarrolló Betancourt en su primer y segundo gobierno. Pero no puede considerarse, particularmente, un crítico de la Organización. Más bien vio con buenos ojos sus logros, como el aumento de los precios del petróleo, en defensa de los países productores.

— ¿Cuál es el verdadero significado de la repetida frase Sembrar el Petróleo? ¿Se ha cumplido, se ha sembrado?

— Sembrar el petróleo es un editorial que él escribe para el diario Ahora el 14 de julio de 1936. Por cierto, cumplieron de ello 70 años. Sembrar el petróleo se ha convertido en una de las consignas nacionales. Es el deber ser, lo que debía hacerse con el petróleo. Creo que todo los gobiernos de buena fe lo han intentado, pero no por los caminos correctos. Es decir, el camino equivocado es que el petróleo conduzca a un crecimiento exagerado del aparato del Estado en detrimento de las fuerzas productivas de los nacionales, de la gente , de la sociedad civil. Y eso es lo que ha venido ocurriendo en los años recientes.

El aspecto educativo ocupó buena parte de sus escritos. ¿Cuál fue la propuesta fundamental de Uslar en este campo? ¿Han sido tomadas en cuenta sus sugerencias?

— El tema de la educación para el trabajo fue un leit Motiv de su prédica. Uslar se inspiraba para ello en las proposiciones de Simón Rodríguez. Pensaba que el sentido de la educación estaba vinculado estrechamente con el desarrollo laboral de las personas. Eso no se está haciendo.

— El autor de Las Lanzas Coloradas también tuvo gran presencia política. ¿Cómo puede evaluarse hoy ese desempeño?

—Como político fue un hombre de Estado. Estuvo en su juventud durante nueve años ejerciendo distintas posiciones en los gobiernos de Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita. Allí mostró una gran diligencia para la gerencia pública. Después, durante tres períodos fue senador en el congreso democrático venezolano. Entre 1958 y 1973. En el Parlamento tuvo un papel importante, promoviendo distintas leyes de primer orden. Entre otras, aquellas que contribuían con el desarrollo de la cultura. El fue fundamental, junto con Miguel Otero Silva, en la promulgación de la ley que creaba el Inciba. Luego intentó regresar al Poder Ejecutivo, siendo candidato presidencial. Fue en el año 1963, cuando consiguió un caudal importante de votos pero no logró la presidencia. No tenía fuerza política en el interior debido a que no contaba un partido político organizado. De modo que fue por su personalidad que logró muchos sufragios. De hecho ganó las elecciones en Caracas , pero no fue lo mismo en el resto del país.

Finalmente, el Uslar escritor. ¿Qué le dio a la literatura? ¿Cuál es su legado?

— Los aportes de Uslar en cuanto al relato son de dimensiones continentales. Son importantes para la lengua castellana. Realmente renovaron el universo del relato en Hispanoamérica. Después, sus aportes en el terreno de la novela histórica -muy propia de los escritores hispanomericanos- son sustanciales. De hecho, el jurado que le entrega el premio Príncipe de Asturias sustenta su argumentación en lo aportes que da en ese terreno, particularmente por Las lanzas coloradas, La Visita en el tiempo y El camino de El Dorado. Incluso, también estuvo cerca de obtener el Premio Cervantes, pero se dieron circunstancias que lo impidieron. Y fue considerado para el Nobel, pero no lo obtuvo.

En conjunto, observándolo integralmente, ¿qué representa Arturo Uslar Pietri para el país?

- Uslar será para la historia de Venezuela uno de sus grandes personajes civiles y uno de los personajes centrales del siglo XX venezolano, sin la menor duda.

Joven académico

Rafael Arráiz Lucca tiene siete meses como miembro de número de la Academia de la Lengua Venezolana. El y Francisco Javier Pérez –que ingresó en la misma fecha, noviembre de 2005- son los más jóvenes integrantes de la centenaria institución.

¿Es la Academia un elefante blanco o será que sabemos muy poco de lo que allí se hace?

— Desde mi ingreso me he encontrado con una institución que posee una larga tradición. Es la más antigua de todas las academias. Fue fundada por Antonio Guzmán Blanco en 1883. Esa larga tradición se siente en la institución. Hay rituales, formas, fórmulas. Las discusiones está orientadas por el respeto a las opiniones de los demás. La reuniones semanales son muchas veces sumamente interesantes. Se debate sobre diversos tópicos: filológicos, lingüisticos o literarios. Es una institución a la que bien vale la pena pertenecer. Está haciendo un trabajo silencioso, que tal vez los venezolanos no conozcan, es verdad, pero hay allí un estudio de la comprensión de la lengua y la literatura, un trabajo muy valioso, encomiable... no es para nada un elefante blanco.

¿Y en que ha venido trabajando desde su incorporación como miembro de número?

La Academia está organizada por comisiones. Yo integro dos: Publicaciones y Literatura. La Academia publica un Boletín y estamos buscando que tenga una frecuencia mayor. También vamos a retomar la colección de Clásicos Venezolanos. Intentaremos retomar el ritmo de las publicaciones. Falta por publicar Vicente Gerbasi. Es clave. Falta Uslar Pietri... Rómulo Gallegos...Julio Garmendia, también.

Qué opinión le merece el que sea usted unos de los más jóvenes integrantes de la Academia?

— La verdad es que viene dándose una suerte de renovación allí , que estamos seguros va a continuar. Para mí es un gran honor haber entrado joven a esa institución.

¿Por qué Rafael Arráiz Lucca académico de la lengua?

En mi caso lo que se puede haber considerado es mi obra, mi trabajo literario. Sospecho que en particular mi trabajo de estudios de historia de la poesía venezolana. Eso ha debido pesar. Mi libro El coro de la voces solitarias es la primera historia de la poesía venezolana completa que se escribe, desde Andrés Bello hasta nuestros días. Yo creo que ese aporte de por sí es considerable.



Bibliografía mínima


Poemarios: Balizaje (1983), Terrenos (1985), Almacén (1988),Litoral (1991), Pesadumbre en Bridgetown (1992), El abandono y la vigilia (1992), Batallas (1995), Poemas ingleses (1997), Reverón, 25 poemas (1997), Plexo solar (2002). Ensayos: Venezuela en cuatro asaltos (1993), Trece lecturas venezolanas (1997), Vuelta (s) a la patria (1997), El recuerdo de Venecia y otros ensayos (1999), El coro de la voces solitarias , una historia de la poesía venezolana (2002), Qué es la globalización (2002). Antologías: Antología de la poesía Venezolana, El libro del amor (1997), Veinte poetas venezolanos del siglo XX (1998), Textos fundamentales de Venezuela (1999), Diez Poetas venezolanos del siglo XIX (2001), España en la escritura venezolana (2003). Entrevistas y biografías: Grabados (1989 ), Conversaciones bajo techo (1994), Arturo Uslar Pietri: ajuste de cuentas (2001), Venezuela en terapia intensiva- conversaciones con medio país y la biografía de Arturo Uslar Pietri (2006)


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Josefa Parra, poetisa española de visita en el país

Los escritores venezolanos no logran cruzar “el charco”

Coincide con su colega Beatriz Hernanz, quien la acompaña en la gira, en que falta difusión y un decidido apoyo de las editoriales. Aseguran que hay talento de sobra, especialmente en poesía. Ofrecieron conferencias y recitales en Caracas y Maracay sobre la lírica femenina en España

Danilo Esqueda


Entre las poetisas españolas Josefa Parra y Beatriz Hernanz median muchos kilómetros de distancia. Una es andaluza, la otra gallega. Y, cosas de la vida, una conocía el trabajo de la otra y viceversa, pero nunca se habían visto. La visita que hacen a Venezuela les permitió encontrarse frente a frente y contrastar su visión de la lírica española e igualmente conocer más sobre nuestra poesía. Están en el país invitadas por el Circulo de Escritores de Venezuela y la Embajada de España –la visita culmina el domingo - para ofrecer conferencias y recitales, actividades que han alternado con encuentros con autores venezolanos como Rafael Cadenas, Yolanda Pantin, Edda Armas, Rafael Arráiz Lucca, entre otros.

Como en las lecturas de poesías, Josefa Parra abrió fuegos. Nació en Jerez de la Frontera, Cádiz, el 7 de febrero de 1965. Es licenciada en Filología Hispánica, doctorada en Literatura Española y Teoría de la Literatura. Obtuvo el premio Internacional de Poesía La Porte des Poétes (1999, por la plaquette África), el Loewe a la Creación Joven (1995) y el de poesía breve Domecq (1989) así como el accésit del Luis Cernuda (2000). Entres sus obras más representativas están: Elogio de la mala yerba (1995), Geografía carnal (1997), Tratado de cicatrices (2000) y Alcoba del agua (2002).

—¿Conoce la poesía venezolana?

— Sí, tenía información. Ultimamente se han publicado varias antologías de poesía venezolana en España. Sobre todo una de Rafael Arráiz Lucca, de la editorial Visor. Antes de esta antología conocía a Eugenio Montejo y Rafael Cadenas. Pero descubrí poetisas como Hanni Ossot, que me ha fascinado y a Yolanda Pantin, que la conocía poco.

¿Cuál es la situación actual de la poesía hecha por mujeres en España?

— El panorama de la lírica española actual en este ámbito es muy variopinto. Las mujeres en España si se caracterizan porque no se pueden catalogar en ninguna de las etiquetas... van por la libre.

¿Qué tópicos son los más comunes?

— Hay multitud de temas. Hablan de ellas mismas, de la sociedad, de los temas eternos de la poesía, pero vinculándolos al problema femenino, mas no son feministas. Ya el feminismo comienza a estar demodé en España. La mujer tiene ese cariz de independencia que a lo mejor el hombre no tiene, de no querer constreñirse a ninguna tendencia, la mujer es un poco más libre.

¿Algunos nombres?

— Están activas las mujeres de la generación del 50. Tienen ahora 70, 80 años. Por ejemplo Pilar Paz Pasamar , Julia Uceda, Maria Victoria Atencio. Ellas están influenciando mucho con su ejemplo a las más jóvenes de los 70, 80, 90.

No es conocido el trabajo de autores venezolanos en España. A su juicio, ¿qué ocurre?

— El problema de la falta de difusión de los escritores venezolanos es que las ediciones se quedan aquí. No cruzan el charco. Y lo poco que conocemos es a través de antologías, muy parcelado.

Pero no es por falta de creadores...

— No. Estoy viendo gente muy interesante. Observo una poesía muy rompedora, sumamente interesante. Creo que no hay una colaboración entre las editoriales. Allí está la labor de Visor, por ejemplo, que sí está llegando aquí y está publicando allá. Las editoriales deberían colaborar, interesarse más por los títulos y llevarlos.

¿Y en otras partes de Latinoamérica?

— Hay un tímido despertar ahora. Por ejemplo, el premio peruano La hora azul. La literatura cubana si se conoce más, sobre todo la obra de mujeres.

¿Por qué Cuba y no Venezuela?

— Será que esa literatura suena bien, es vendible. La literatura venezolana quizá menos. Es, creo, un problema de marketing, no de talento. Aquí hay muy buenos creadores, gente con una trayectoria interesante.

¿Ha viajado a otros países de América?

— No, es la primera que vengo . Y comienzo por Venezuela. Un buen inicio, porque siempre me había llamado la atención. Era como un nombre mágico, que me sonaba muy bien. Igual Caracas, Maracaibo... me suena tan romántico. Ahora iré a México, a la Feria de Guadalajara, que está dedicada a Andalucía, y yo soy andaluza. Es posible que vaya invitada junto a otros poetas andaluces. Tengo ganas de ir también a Colombia y Argentina.

— ¿El futuro de la poesía está en la mujer?

— (Risas) Se está viendo esa tendencia, Estamos vendiendo bien. Y las antologías de mujeres tienen mucho éxito en España. Aunque creo que el futuro está en la poesía en general, en este mundo tecnológico

¿Proyectos?

— La publicación de la plaquette África. Ahora mismo un poemario llamado La hora Azul concursa en Unicaja. De ganar, la publicaría Visor.

Cómo ayudará a que la poesía venezolana sea más conocida en España?

Llevo la maleta llena de libros. Si me pararan en la aduana pensarían que soy una traficante de literatura. Y bueno, me gustaría que hiciéramos un encuentro de poesía hispanoamericana en España.

Mirando América

Beatriz Hernanz es originaria de Pontevedra, donde nació en 1963. Es doctora en filología Hispánica, por la Universidad Complutense de Madrid. En su trabajo literario figuran ensayos sobre teatro. Ha obtenido el premio Barcarola de poesía (1996) y accésit al premio Adonais (1996). Su obra lírica abarca La lealtad del espejo (1993) La vigilia del tiempo (1996), La epopeya del laberinto (2001) y La Piel de las palabras (2005). Colabora en el Cultural del diario El Mundo.

¿Coincide con Josefa Parra en el carácter singular de la poesía española escrita por mujeres?

— Si. Y en que la ventaja frente a la poesía escrita por los hombres es que utilizamos más la libertad. La mujer ha tenido trabas para introducirse en la vida cultural, sobre todo en la poesía. En la narrativa siempre ha habido más actividad y más visibilidad de las mujeres. Entre los hombres se funciona como grupo o como lobby. Las mujeres individualmente, pero existe ese hilo invisible que hace que siempre exista más humanismo a la hora de relacionarnos.

Y de la poesía venezolana, ¿qué puede decir?

— Conozco trabajos de Rafael Cadenas, Yolanda Pantin y de muchos otros, a través de antologías. Tienen una enorme vitalidad, poseen una gran variedad de riquezas y voces que me sorprenden, que me dan mucha alegría, porque creo en España está agotado y hace falta esa energía, esa carga llena de vitalismo. Estos viajes americanos me renuevan la energía humana por sus paisajes, su gente. Estoy mirando América desde hace bastantes años y creo que es donde está la renovación literaria. Aquí es donde está el futuro, porque la poesía que observo en España está tristemente vieja

¿Cómo potenciar el intercambio España –Venezuela en este ámbito?

— Tendiendo puentes. Es importante el contacto de la personas, de las editoriales, del Estado para promover y hacer intercambios entre España y Venezuela. Con esfuerzo por parte de todos se puede hacer posible esa comunicación.

¿La verdad está en las palabras?

La verdad, todavía, puede estar en las palabras. Tenemos que rehumanizarlas. Eso es lo que he querido plasmar en mi último libro, la piel de la palabras, lo que nos recubre lo que nos abriga.

¿En que trabaja actualmente?

En un libro de poemas que es americano, inspirado en mis viajes. Empezó con el ámbito caribeño. Luego Centromérica. El tema de los volcanes, de la selva y del Mar Caribe me tiene cada vez más obsesionada. En el caso del Caribe desde que vine a Puerto Rico, a los 23 años. Ahora he ido recorriendo la costa mexicana, la venezolana y me pareció un paraíso. Fui a Los Roques y me quedé enamorada de ese lugar.